CAUSA D’ALESSIO: SE SUICIDO UN QUILMEÑO

El quilmeño Carlos Liñani, ‘Charli’, fue hallado muerto horas atrás en un departamento de Palermo. Según las primeras informaciones fue un suicidio. Estaba tirado en el piso del living y junto a su cuerpo exánime había una manguera conectada a un caño flexible de gas y, en la punta, una mascarilla. En el lugar dejó varias cartas. Liñani era uno de los procesados por la Justicia Federal de Dolores en la causa por las extorsiones a Pablo Barreiro, el ex secretario de Cristina Kirchner, y ligado al falso abogado Marcelo D’Alessio.

En Quilmes, era un personaje conocido. Había nacido en un hogar humilde de La Florida, habitué de bares, se le conocían pocos amigos, pero muchas relaciones, varias de ellas amasadas en la confitería del Hotel Madero, del que era cliente asiduo. En el último tiempo fue desalojado por falta de pago de un semipiso en Garibaldi y Sarmiento, casi en simultáneo con la decisión judicial de sacarle el Mercedes Benz con el que circulaba. Una de sus últimas novias poseía un instituto de belleza en una de las zonas más top de Quilmes Centro, y según le cuentan testigos al semanario El Suburbano, también fue víctima de sus andanzas financieras.

El hallazgo

El hallazgo se produjo cuando vecinos del edificio llamaron al 911 por los fuertes olores. Al entrar, los bomberos y el personal de la Comisaría Vecinal 14B encontraron a Liñani, de 48 años, tendido en el suelo.

Ventanas y puertas habían sido selladas con cinta desde adentro. La Policía no encontró desorden dentro del inmueble; tampoco se advertía que hubiese ingresos forzados ni signos de violencia en el cuerpo. Sólo la manguera, conectada al flexible de gas de la cocina y coronada con una mascarilla que, según presumen los peritos, la víctima habría utilizado para asegurar su cometido fatal.

En el departamento había varias cartas rubricadas por Liñani, que fueron secuestradas por orden del fiscal Adrián Guillermo Péres.

Liñani había sido procesado por el exjuez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla como integrante de una asociación ilícita que, entre otros hechos extorsionó a Pablo Barreiro, hijo de Ricardo Barreiro, el “jardinero” de los Kirchner que había estado preso en la causa de los cuadernos de la coimas.