Quilmes venció 2 a 1 a Estudiantes en el estadio «Ciudad de Caseros» con dos goles de futbolistas surgidos en sus divisiones inferiores. Axel Batista abrió la cuenta de cabeza en el primer tiempo y, sobre el final del partido, Santiago Puzzo, estableció cifras definitivas (en la segunda etapa había empatado para el local Franco Fagundez).
Quilmes se paró con postura agresiva para enfrentar a un rival que venía, al que igual que él, con el arco invicto. Con un esquema similar al de las dos jornadas anteriores, abrió el marcador a los seis minutos gracias a un centro de Alexis Steimbach que Batista cabeceó esquinado y abajo. El gol permitió a Quilmes pararse más cómodo ante Estudiantes. El equipo de Darío Franco manejó la pelota, abrió bien la cancha en donde tanto el autor del gol como Steimbach o, en menos ocasiones, Lautaro Parisi, pudieron mostrarse y ser alternativa de gol. Así, de a poco empezó a justificar la ventaja el elenco visitante.
Estudiantes, por su parte, sufrió bastante este lapso del partido y le costó, en ocasiones, hasta hilvanar dos pases seguidos o incursionar en el área de Esteban Glellel. El único remate en este tramo para el local fue un tiro de Matías Valdivia tras yerro del golero cervecero; y se fue alto. Quilmes tuvo la más clara con una gran acción individual de Parisi, quien remató al borde del área chica e hizo lucir al golero local, Matías Budiño.
La acción que marcó el segundo tiempo se dio en el apocalipsis de la primera mitad. Iván Ramírez fue expulsado por doble amonestación, de manera justa, ya que dio tres murras durante 46 minutos. Entonces, en el segundo tiempo, el técnico local, Walter Otta, apostó por Mariano del Col y Enzo Luna para armar un esquema más ofensivo. Darío Franco, por su parte, rearmó el medio con Joaquín Postigo y resignó a Fabián Bordagaray. Fue allí cuando, por vez primera en el cotejo, Quilmes cedió iniciativa. Se vio al equipo cervecero replegado en su campo, parada la defensa en el borde del área grande, para contener los embates locales.
El partido se puso áspero y, tras una sucesión de amonestaciones, el referí Pablo Giménez omitió una clara infracción para tarjeta de Gonzalo Lugo. Al toque, Otta lo cambió. Enseguida llegó el empate local con un tiro bajo de Facundo Fagundez. Aunque lo que posibilitó la vuelta de Quilmes al protagonismo fue la expulsión de Santiago Briñone en el local, por un tumulto en reclamo de un tiro libre a favor del Cervecero en donde otros jugadores de Estudiantes también vieron tarjeta. Poco a poco, otra vez el Cervecero fue contra Budiño hasta que, primero, avisó Leandro Allende con un tiro que se fue alto. Cuando faltaba nada, en una gran combinación, Santiago Puzzo probó desde la media luna con el pie abierto y fue el 2 a 1 para los cerveceros.
El triunfo deja a Quilmes en posición expectante con cuatro puntos y la mantención de invicto. En la primera salida del Centenario, el equipo de Darío Franco tuvo dos panoramas. Cuando estuvo en igualdad numérica, fue más que Estudiantes. Cuando tuvo un futbolista menos por la expulsión de Ramírez, le costó acomodarse pero contuvo bastante bien al rival. Como siempre, hay cosas para mejorar. Sin embargo, fue más que importante que en la tarde hayan marcado dos jugadores surgidos de su cantera. Nada para despreciar.
