QUILMES PERDIO FEO EN MENDOZA Y HAY CRISIS

MENDOZA (enviado especial) – Fotos: Natalia Lacorte

Quilmes cayó 2 a 0 ante Sportivo Independiente Rivadavia en esta ciudad en la peor actuación del campeonato. Con goles de Elordi, de cabeza, y de Arce, de penal, se sentenciaron las esperanzas de mantener la diferencia ante el líder Chacarita Juniors.

De entrada, se notó que el equipo local atoró a Quilmes de sobremanera. Parado con un 4-4-1-1, el elenco de Mario Sciacqua retrasó demasiado el mediocampo y permitió que Independiente Rivadavia penetre con peligro casi sin despeinarse, en especial por el lado izquierdo de la defensa cervecera. El plan inicial era contener los avances rivales con el tándem Martín Río – Lautaro Torres en la mitad de cancha, pero eso no funcionó. Para colmo de males, a los 12 minutos, se lesionó Iván Erquiaga y, en su lugar, ingresó Agustín Bindella, a quien le costó largos minutos asentarse por su sector.

El local tuvo en Matías Reali al mejor jugador de la primera parte. Antes de la apertura del marcador, los mendocinos contaron con cuatro ocasiones de gol certeras que fueron abortadas por Milton Álvarez. A favor del equipo de Sciacqua, el juez Pablo Giménez omitió un claro penal en el área de Maximiliano Gagliardo por mano de un futbolista local, en una bola en la que Mario Sanabria disputó con defensores. La apertura del marcador llegó con un cabezazo en soledad de Juan Manuel Elordi que venció las manos del 1 cervecero.

Para el complemento, Mario Sciacqua apostó por el ingreso de Julián Bonetto por Colman (quien sintió un mareo profundo). Quilmes intentó pararse con mayor poder ofensivo pero jamás lo logró. Solo contó con dos ocasiones de gol. Al principio, un cabezazo de Mario Sanabria que Gagliardo sacó al corner.

Independiente Rivadavia, por su parte, se sintió muy cómodo al jugar por las bandas y ganar en el dos-uno ante los defensores cerveceros. Nunca peligró su triunfo y, ante las variantes cerveceras, se sintió aun más en su salsa al regocijarse con el traslado de balón y el aliento de su público. Quilmes, por su parte, acumuló cambios y rompió el equipo. De hecho, Julián Bonetto terminó como marcador de punta derecho ante la salida de Raúl Lozano.

Con un penal, el paraguayo Alex Arce puso el 2 a 0 (Giménez omitió la clarísima invasión de zona por parte de los futbolistas locales). Nada importó más para Quilmes ni para el partido. La historia se sentenció rápido no solo por el resultado sino también por el funcionamiento del elenco de Sciacqua. Con un equipo golpeado y que deambuló en el campo sin ideas, solo le quedó la heroica a Federico Anselmo, quien tuvo un fortísimo cabezazo ante el golero mendocino pero ganó este y la envió al corner.

Quilmes hace tres partidos que no convierte goles.

Quilmes perdió feo y debe ganar de forma urgente para recomponer su imagen y sumar otra vez, de cara al final de la primera rueda de esta zona «B». Por aquí, por Mendoza, paseó como un fantasma de esos que dejan la sensación de que ya no se puede estar peor. Hace tres partidos que no convierte goles y hoy no tuvo reacción ni desde el campo de juego con el ímpetu que deberían haber puesto los futbolistas ni con los cambios que llegaron desde la banca.

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