Se cumplen dos décadas del asesinato por el que se recuerda a la mujer migrante; la que un 10 de enero de 2001 fue arrojada del tren mientras iba al Hospital con su bebé en la espalda, Josua Alejandro Torres, de diez meses.
Aquel año, cuando telefoneé a la familia de Marcelina Meneses, no sabía que era el primer periodista en hacerlo. Obtuve el número de unos volantes en la estación de Berazategui que buscaban testigos del asesinato de la vecina de Ezpeleta.
Recuerdo con cuánto agradecimiento recibieron mi llamada, cuando casi no tenían esperanzas de ser oídos, tanto como recuerdo la frase con que la discriminaron antes de matarla.
Los volantes que vi fueron hechos por el marido, Froilán Torres, y su hermana Reina Isabel. Según posteó la comunidad boliviana, «si no hubieran hecho esos volantes, pasaba como un accidente. Aunque los de la empresa sacaban los carteles y dijeron que no tenía permiso, los pegamos igual en los árboles», dijo él.
Hablé con Alberto Sabini, de FM del Este (99.3), para que les diese un espacio a cursantes de la Facultad de Periodismo de la UNLP con los que trabajé. Ese fue uno de los primeros espacios desde donde se le dio micrófono a la familia. Luego, el caso llegó al diario Página/12.
El tesón de los deudos permitió dar con un testigo que dijo haber presenciado los insultos racistas que terminaron con un empujón criminal. Asegura que la empresa intentó sobornarlo. Ferrocarriles lo negó y aseguró que Marcelina ni viajaba en el tren.
Julio César Giménez, un campechano de 42 años, trabajador de una cooperativa de empleados legislativos, a cargo de una asociación civil que coordina un comedor para chicos y una biblioteca en Ezpeleta, relató:
«Lo hablé mucho con mi señora, hija de bolivianos, y cuando vi el teléfono que dejaron los llamé. La mujer fue empujada del tren en movimiento por un obrero después de que varios pasajeros la agredieron con insultos xenófobos. La empresa envió a dos personas a ofrecerme dinero para que cambiara mi declaración. Usaron el argumento que otro usó en el tren: los bolivianos les sacan el trabajo a los argentinos».
Julio César Giménez, testigo
Según su relato, Marcelina subió a las 9.05 en Ezpeleta. Se quedó parada, con el bebé en la espalda, y cargada de bolsos, a metros de la puerta que da al espacio entre vagones. Cuando se acercaban a Avellaneda, rozó con los bolsos a un pasajero de unos 65 años que le gritó:
—¡Boliviana de mierda! ¡No mirás cuando caminás!
La mujer calló. Giménez intervino: «Che, tengan más cuidado, es una señora con un bebé«. Intervino un segundo pasajero:
—Qué defendés, vos, si estos bolivianos son los que nos vienen a quitar trabajo. Igual que los paraguayos y los peruanos.
Continuaron la discusión hasta que se formó una fila de pasajeros para bajar. Apareció un guardia:. «¡Uh! ¡Otra vez estos bolivianos haciendo quilombo! ¡Me tienen podrido. ¡Yo me las tomo!«.
Hubo más insultos, hasta que uno vestido con ropa de Grafa le dijo a su acompañante: «¡Uy, Daniel, la puta que te parió, la empujaste!«.
El tren (que en esa época no tenía puertas de cierre automático) paró. El regresó a pie cien metros hacia donde quedaran los cuerpos. «Le dije a un pasajero, mirá hermano, la mano todavía se le mueve. La empresa y la policía tomó intervención en el acto. Los que llegaron media hora larga después fueron los bomberos. Yo le dije a uno de la Federal, pero él me echó detrás de la valla«.
TMR sostuvo que Meneses fue atropellada cuando caminaba junto a las vías. Y el fiscal Andrés Devoto aseguró que las actuaciones policiales indican que el cuerpo no fue hallado enseguida.
Dos días después de la denuncia, desde la Comisaría 1ª de Avellaneda le llamaron para preguntarle cómo llegar a su casa.
Al día siguiente lo visitaron dos hombres que se identificaron como de TMR. «A vos te haría falta un autito. Tenés un asociación civil, vos sabés que Ferrocarriles hace donaciones… Vos sabés que TMR da trabajo a mucha gente. En cambio los bolivianos le quitan el trabajo a los argentinos«.
Movilizaciones
Para esta tarde, las personas cercanas o solidarias decidieron concentrarse en el centro de Quilmes en pos de continuar con el pedido de Justicia. La movilización fue la única vía para forzar el esclarecimiento del crimen:
El Centro Integral de la Mujer Marcelina Meneses, dirigido por Reina Torres en donde vivió Marcelina, Charcas 5620, Ezpeleta, lucha no sólo por los derechos de las mujeres y de las personas migrantes, sino por construir una sociedad más justa, más igual, con pleno acceso a la libertad.
En el primer «escrache» realizado en Constitución, hacia 2002, estuvo la diputada Lía Méndez, del Partido Humanista y se recibieron adhesiones de partidos de izquierda; de la Liga Judía por los Derechos Humanos y del Centro Simon Wiesenthal.
Esa participación política llegó a la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, donde se votó recordar este día como el de la Mujer Migrante por ley 4409 de 2012.
El mural
En 2018, su imagen fue pintada en la terminal del Premetro donde el subte E combina hacia los barrios más pobres del sur de CABA. Aunque la estación se llama Plaza de los Virreyes (y se la actualizó por Eva Perón), la plaza circundante también cambió de nombre –tras una larga lucha– por el de Tupac Amaru (2011), a iniciativa del director de la escuela 23 (D.E. 11), Enrique Samar.
El mural surgió del proyecto Murales Comunitarios de la Ciudad. Del proceso participaron un centenar de mujeres de los barrios del sur. A través de la narración vivencial de historias y ejercicios de teatralización se reflexionó sobre las realidades migrantes. Las ideas que surgieron fueron materializadas en un lienzo colectivo que luego fue interpretado por MACA para dar lugar a esta obra.
MACA (Museo A Cielo Abierto) es un colectivo formado por muralistas y profesionales de las Ciencias Sociales que busca a partir de de procesos de participación artística y comunitaria contribuir al desarrollo socio cultural de los barrios del sur de la ciudad.
Marcelina, en la web
Departamento de Estado Norteamericano
… In January a Bolivian woman, Marcelina Meneses, and her 10-month-old Argentine son were insulted, then were pushed or fell from a suburban train...
Página/12
… César Giménez, empleado de una cooperativa, contactado por la familia de Marcelina a través de los carteles que pegaron en las estaciones del ramal Roca …
La Voz del Interior (Córdoba)
… Según el informe, se “constató que la xenofobia contra los bolivianos en la Argentina motivó la muerte de Marcelina Meneses y de su hijo, al ser arrojados …
El Tribuno (Salta)
… Cuando murió, Marcelina Meneses, de 31 años, acompañada de su bebé de 10 meses Alejandro Josua Torres, se dirigía en tren al hospital Fiorito de …
NCO Diario
… Cuando murió, Marcelina Meneses, de 31 años, acompañada de su bebé de 10 meses Alejandro Josua Torres, se dirigía en tren al Hospital Fiorito de …
RACISMO
… en el caso de la inmigrante boliviana Marcelina Meneses y su bebé, quienes perdieron la vida después del hostigamiento sufrido en un tren del ramal Roca.
Bolivianos en Argentina
… para recordar a nuestra compatriota Marcelina Meneses y su hijito Alejandro Josua Torres que fueron muertos cuando el 10-1-01 viajaban en Trenes Metropolitanos …
Tierra Lejana
MANIFIESTO: MOVIMIENTO BOLIVIANO POR LOS DERECHOS HUMANOS. CASO MARCELINA MENESES…
Racismo en Argentina
… la idea de conformar un grupo de Derechos Humanos. Lamentablemente el disparador de esto fue el enterarnos de la muerte de nuestra compatriota Marcelina Meneses …
Socorro
Discriminación: Creen que mataron a una mujer y a su bebé por ..
Conozca al grupo empresario cuya principal actividad es el transporte de pasajeros por ferrocarril urbano. Según ellos, su objetivo es brindar un servicio satisfactorio a los «clientes». Ingrese a su página web y exprese con altura su opinión.
HOMENAJES
Basta escribir el nombre de Marcelina en las redes para verificar cuánta gente que no la conoció la recuerda. El tal Daniel que profirió su «¡Boliviana de mierda!» debe rondar los 85 años, si es que la conciencia le permitió seguir con vida. Tampoco de él nos olvidamos.
2019
Marcelina y Joshua fueron recordados por la Municipalidad de Quilmes junto a la cuñada, Reina Torres, flamante Directora de Migrantes.
En un acto en la calle, se dijo que «aquel acto criminal, discriminador y xenófobo es reclamado para que el día de la mujer migrante se extienda en todo el territorio nacional además de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires«.
El saludo de diciembre de 2019
EL MUNICIPIO DE QUILMES SALUDA A MIGRANTES EN SU DÍA
… y señala, con perspectiva de derechos humanos, la importancia de promover la diversidad e inclusión en la sociedad.
Al respecto, el secretario de Comunicación y Relaciones Institucionales, Alberto De Fazio, aseguró que “la migración es parte indivisible de nuestra historia y de nuestro presente. Miles de migrantes han elegido a Quilmes para vivir y trabajar, conservando, transmitiendo e integrando sus culturas y construyendo instituciones, muchas de ellas centenarias, que son centrales para nuestros barrios y localidades”.
“Esta característica —continuó el funcionario— le brinda a nuestro Municipio un gran potencial en términos culturales, sociales, económicos y de vinculación internacional, a partir de una gestión que promueva la generación de empleo, la defensa de los derechos humanos, la inclusión social y la promoción de un diálogo que contemple a todos por igual”.
En diciembre de 2000, ante el aumento de los flujos migratorios en el mundo, la Asamblea General de la ONU proclamó el Día Internacional del Migrante, que se celebra cada 18 de diciembre. En ese mismo día de 1990, la Asamblea ya había adoptado la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y sus Familiares.
Cuánta impotencia! Soy de las que en cada injusticia levanto la voz y el puño para frenar un atropello y defender al oprimido