
Juntos sufre. En sintonía con los movimientos a nivel provincial, una sangría de concejales van a refugiarse debajo del paraguas de Javier Milei. Tras remar y hacer de libertarianismo repentino desde diciembre, Diego Buffone y Patricia Capparelli están concretando su paso desde hacia La Libertad Avanza.
A eso debe restarse el bloque de tres radicales que están tan alejados del espacio de Milei como del molinismo y se mueven en creciente alianza con el oficialismo de la intendente Mayra Mendoza.
Capparelli y Buffone, desgastados exponentes de las casta local que han pasado por listas y espacios políticos de los más variados, de repente, se suman a las fuerzas del cielo.
Buffone explica que él era libertario desde antes del balotaje. «Es difícil querer ser parte y defender tanto a un espacio político que no te quiere», le dijo Fernando Pérez, en un debate simil comité trasladado al HCD. Albasetti, quien defiende a Buffone sabiéndolo aliado y voluntarioso colaborador, se tiró arriba de esa granada, negándola.

No son pocos los rumores que las listas libertarias de 2025 serán puras de libertarios. Ni Caparelli ni Buffone pueden promocionar ese perfil. Aunque, parece cierto lo que afirma uno de ellos: dentro de Juntos hay de todo, menos futuro.
Ya han pasado por la UCR, por el Frente Renovador, por Cambiemos. Atentos a la calidez de todo oficialismo, se dirigen ahora con convicción hacia LLA.
El radical fue víctima de un comentario de mal gusto, cuando su par de UP, Ezequiel Arauz le dijo que estaba cada vez más despeinado, como si estuviera tratando de «imitar» a Milei. Desde el oficialismo local admiten que en el recinto, por experiencia y oficio, las intervenciones de Buffone y Capparelli van más al hueso que la de los libertarios.
Con todo, la concejala fue la primera en dar el paso oficial, incluso dándose el placer de escuchar las canciones del papá de Conan en el Luna Park. Capparelli ya es orgullosa libertaria. Parece que fue ayer cuando la acusaban de haber pagado por su lugar en la lista de Cambiemos, cuestión nunca investigada ni comprobada.

Volviendo a Molina, al ex jefe comunal, que perdió yendo tres veces seguidas en listas contra Mendoza, sólo le quedan ahora y con relativa firmeza Ignacio Chiodo (simbólico presidente de un bloque que ya funciona como tal hace rato) y el galettista Lucas Araujo, que también coquetea con los libertarios. Mientras, Patricia Ballestero no define dónde ponerse con claridad; Walter Fernández (ARI-CC) sigue con aparene vergüenza de participar en las sesiones de forma presencial.
La puesta en escena de este giro ya tuvo foto, en una mítica casa del barrio Nuevo Quilmes, en la que estuvieron los dos concejales de LLA, la histriónica Estefanía Albasetti y el aspirante a operador político del distrito Ricardo Rij, quien asegura contar «línea» con Nicolás Pareja, autotitulado «armador» de Milei.

La oposicion en Quilmes aparece en plena reformulación a la búsqueda de que el avance de la libertad no los deje afuera. La víctima central parece ser el ex intendente amarillo, que sigue siendo diputado provincial, pero que se muestra prescindente de la política local. Es probable que, a pesar de su bajo nivel de presencia, conserve un nivel de votos determinante en la interna.
Hoy quien ordena al espacio «todavía no libertario» es la diputada María Sotolano. Los concejales y dirigentes locales definen su posicionamiento a cercanía o lejanía de ella. Con las elecciones todavía lejanas, está por verse qué línea toma Juntos, ante el desafío de volverse competitivo otra vez o diluirse entre los libertarios. Hay quienes ya apuran sus pasos.