
Muchos ambulantes buscan hacerse un pesito en la peatonal Rivadavia; son épocas difíciles.
A estos jóvenes de Villa Mitre y el barrio Jacarandá los urge la necesidad de instalar un local para trabajar en lo que saben: cortar el pelo. Decidieron entonces hacerse visibles en pleno centro de la ciudad, aprovechando el paso de peatones.
Muchos se prestaron al corte de cabello, cuyo pago es a voluntad.
Compartiendo ayudamos a los que necesitan trabajar, y por qué no, animarse a las manos de estos nuevos barberos, sería un gran aporte.
Para más datos, una pareja de policías locales los apoyaban, estando cerca.
