Vanesa Franco, mamá de Nicolás Bustamante, relata el episodio del 20 de junio de 2015 en Claypole a manos del policía Gustavo Ezequiel Acosta.
Mi hijo quiso robarle la moto; éste se la dio y, cuando mi hijo subió, él le disparó; en el piso siguió disparando seis veces, cuando ya estaba tirado en el asfalto con sus manos en alto pidiendo «basta». El policía se acercó, le pateó la cabeza y lo pisó (me lo dijeron testigos). Mi hijo murió sobre la calle 2 de Abril y República Argentina alrededor de las 21:00 hs un sábado.
El trabajaba de lunes a sábado de 7 a 18 hs en un taller, haciendo zapatillas y estudiaba el secundario de noche que lo cursábamos juntos.
Tengo dos nietos que me dejó. Desde ese momento sentí mucha impotencia. Jamás pensé perder un hijo de esta manera. No sé porque él decidió hacer eso. Lo que sí sé es que él tenía otra oportunidad. El que lo mató no se la dio. ¿Por qué no lo detuvo? Fue más fácil matarlo, en vez de llevarlo detenido a que pague por su error.
La Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil es una manera que tenemos las otras madres que pedimos Justicia, ya que la sociedad juzga a quien comete un delito, sin dar oportunidad de reparar lo sucedido. Jamás estamos a favor de la delincuencia. Nos damos cuenta de que el Estado territorial genocida prepara aparatos represores para la disminuir la población que no les sirve. Abusan, y no es de ahora. Perdemos pibes y pibes en muchos contextos.
La causa de mi hijo fue manoseada por tres fiscalías y resulta que para resolver algo necesitan un testigo que vio lo que pasó y su declaración desapareció de la causa, prueba suficiente para que se cierre el caso. Después de siete años, la memoria de muchos no es la misma. Tiempo que pasa, verdad que desaparece, eso digo yo. No hay nada del asesino, ni un dato, ni le conozco el rostro. Así estamos. Gracias por este espacio y permitirme contar el caso de mi hijo. ¡Basta de Gatillo Fácil!!!
«El Estado territorial genocida prepara aparatos represores para la disminuir la población que no les sirve».