Una importante iniciativa llena de luz y colores las paredes del club de la calle Saavedra y Sarmiento para recibir a los que van a disfrutar de sus disciplinas esta nueva temporada.
Creatividad, arte y manos a la obra para dos mujeres, Tatiana Lopez y Flor, que abrazan el muralismo como forma de expresión, pero también en actividad solidaria.
En charla con este CIQ, Tatiana cuenta:
«Hice un taller de murales y me largué a hacer en mi casa y a gente de mi entorno, luego se sumó Flor, que es mi compañera en esta aventura, ella es maestra y me ofreció pintar en la escuela donde estaba trabajando, y allí fuimos. Luego a la gente le gustó un montón, y nos llamaron de otro jardín, luego a otros, y también en centros terapéuticos.
La propuesta del club vino por Samanta Paz, instructora de Defensa Personal WSDL, que confió mucho en mí.
Tardamos casi 5 hs con cada mural. Pintamos en interior y exterior con distintos diseños».
Esto de los murales no es su trabajo, lo hacen “por amor al arte”. Por eso solo pintan en lugares donde puedan contribuir con entidades. No para particulares, aunque no descartan aceptar algún trabajo, para financiar por ejemplo la pintura, que la compraron ellas. Les han donado alguna q otra latita, pero aún nadie las auspicia.
El Club Sarmiento crece, e incorpora actividades para toda la familia. Merece una nueva fachada y ahí está, abierto a los que quieran disfrutar.
