
¿Quién puede imaginar la Muerte como un ámbito festivo, multicolor y con personajes llenos de dudas y contradicciones como la vida misma?
Aunque no se pueda creer, este musical acerca esa dislocada visión, y con mucha magia, la transforma en posible.

Un escenario sencillo de leer cuando va creciendo la historia. Lo que aparece como superficial en una primera recorrida va tomando sentido, y al final, cuando el disparate da lugar al silencio, y el escalofrío esperado de la Muerte hizo un breve paso, se entiende cuánto de vivencia personal hay en esta locura gestada por Diego Sebastián Oria.

Música, baile, canciones, risas y quizá también una lágrima se asome… pero será fucsia, verde, o amarilla. Así se mete esta comedia en los sentimientos.

En septiembre vuelve La Parka a Casa de Arte Doña Rosa, en Colón 239. No se la pierdan, ni muertos.


