PIDEN LLAMAR ‘FARINELLO’ A LA NUEVA ESTACION

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El Instituto Generosa Frattasi, que tiene su fundación en nuestra ciudad, entre otras, está impulsando mediante recolección de firmas que se ponga el nombre de Padre Luis Angel Farinello a la nueva estación de trenes del Roca, que se construye entre Quilmes y Ezpeleta.

Este CIQ entrevistó en la peatonal a Ino González, quien conoció al cura Luis en sus luchas, trabajó en su Fundación, y habla con gran emoción al recordar tanta ayuda, económica y espiritual, que el sacerdote brindó a los más necesitados. Compartieron calabozo cuando eran perseguidos por la política.

Instituto Frattasi

El Instituto Generosa Frattasi es un espacio no estatal vinculado a los movimientos populares que busca contribuir a la gestación de políticas públicas para inclusión social. En su página así se definen:

«Asumiendo que la investigación, el análisis, la elaboración teórica son parte integrante de los proyectos políticos que buscan cambiar el actual orden de cosas en un mundo injusto, forma parte de nuestros objetivos intervenir en los debates económicos, políticos, sociales y culturales de nuestro país, desde un enfoque que privilegie el punto de vista popular para abordar los problemas de la Argentina, sin perder de vista el horizonte de construcción de una Patria Grande Latinoamericana, como parte de un proceso emancipatorio internacional«.

El nombre del Instituto fue elegido en homenaje a una enfermera del Hospital Isidoro Iriarte de Quilmes, quien fue desaparecida-asesinada por la última dictadura cívico-militar. Generosa era militante de la Juventud Peronista y delegada gremial en el Hospital. Fue secuestrada el 14 de abril de 1977, a los 32 años, y vista por última vez en el Centro Clandestino de Detención El Vesubio.

Quién fue Farinello

El cura Farinello fue uno de los primeros sacerdotes católicos que desde el retorno de la democracia se involucró en política.

Había nacido el 8 de febrero de 1937 en Villa Domínico. A los 16 años, ingresó al Seminario de La Plata y no bien fue ordenado por el obispo de Avellaneda Jerónimo Podestá, se transformó en uno de los sacerdotes que adhirió al Manifiesto de los Obispos del Tercer Mundo. Fue parte del grupo de curas obreros; trabajó como albañil por siete años, pero se le reclamaba desde la Iglesia mayor compromiso litúrgico.

Formó parte de distintos espacios partidarios, sociales y gremiales que lo convirtieron en una de las figuras que durante la década del ’90 salió a la calle a reivindicar los derechos de los más vulnerables y repudiar las políticas neoliberales, se hizo mediático con su singular bonhomía al hablar, y su firmeza de convicciones.

Ejerció en la parroquia Nuestra Señora de Luján, de la calle Primera Junta, y durante la última dictadura cívico-militar militó en la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, bajo los lineamientos del obispo de esa diócesis, Jorge Novak, quien junto a Miguel Hesayne, Jaime de Nevares, Alberto Devoto, entre otros, denunció el terrorismo de Estado. Eran tiempos de cambios dentro de la Iglesia, impulsados por el Concilio Vaticano II y nuevas concepciones en la región, como la Teología de la Liberación.

Luego del regreso de la democracia, Farinello se expresó a favor del celibato optativo. No obstante nunca fue apartado de la Iglesia Católica y hacia finales del menemismo, aprovechando su reconocimiento público, tuvo programas en la televisión oficial y Radio Nacional.

Antes del estallido de 2001, Farinello se acercó a dirigentes que denunciaban las políticas de empobrecimiento del gobierno. Su base fueron sectores del peronismo y de la CTA. Creó el Polo Social, un frente que agrupó a dirigentes barriales y del progresismo. Fue candidato a senador nacional por la provincia de Buenos Aires. Por su partido llegó a la Intendencia Francisco Barba Gutiérrez.

En 2012 sufrió un ACV. Falleció en 2018.

VIDEO en Youtube con la juntada de firmas.


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