CIQ – A las 11 de la mañana puntual, el juez Fabrizzio Osorio dio el pitazo inicial en la cancha auxiliar número 1 de Arsenal de Sarandí, luego de un cambio de cancha a último momento, ya que se iba a jugar en la número 2, sobre la calle Agrelo, pero se disputó en la calle Nueva York.
Desde el comienzo, Quilmes fue superior con una gran tenencia de pelota, buen juego, para nada descontrolado y siempre con la intención de jugar por abajo. La respuesta de las de Sarandí fue siempre la misma: el pelotazo arriba intentando que alguna de las delanteras la bajara.
La arquera quilmeña Maia Vilalta Gutiérrez fue gran protagonista en los primeros minutos, ya que atajó una que iba directo al gol y desvió un remate que se colaba en el ángulo con una volada espectacular. Con esas dos jugadas, Quilmes tomó el envión anímico que necesitaba para lanzarse al ataque.
Todo esto se tradujo en el resultado a los 39′, cuando Alexia Ucke asistió a Maira Luque, quien giró y remató abajo, junto al palo derecho de la arquera local. En los minutos restantes, Arsenal intentó llegar al gol de contraataque, pero no tuvo tiempo ni precisión.
Ambos equipos se fueron al descanso en una paz y cordialidad que no durarían todo el partido.
En el segundo tiempo, Quilmes fue un vendaval. A los 11′, con asistencia fue de Lorena Zaracho, Ucke apareció por el segundo palo y empujó la pelota al fondo de la red tras un centro buscapié de María Belén Mariño. El resultado ya reflejaba de forma más justa el desarrollo del partido: Quilmes ganaba 2 a 0.
Desde ese momento comenzaron las fricciones entre las jugadoras, primero verbales y luego con faltas que el juez no supo controlar a tiempo, por lo que el juego brusco fue aumentando.
A los 31 minutos, Dalma Maldonado debió ser atendida por un calambre que la dejó fuera de la cancha. Fue reemplazada por quien se convertiría en la figura del equipo: María Cleonice Souza. Apenas tres minutos después, convirtió el tercero en una jugada individual en la que desbordó por la izquierda y definió al palo opuesto de la arquera sarandiense. Quilmes se ponía 3 a 0; ya era baile.
El partido se tornaba algo violento. Así llegó el cuarto gol de las quilmeñas: luego de una falta cometida a Zaracho Sosa, Eva Celeste Núñez convirtió el penal y puso el 4 a 0.

Del baile se pasó a las patadas, numerosas y de alto voltaje. El punto cúlmine fue cuando Souza recibió una mientras estaba en el piso y sin la pelota. El árbitro amagó con sacar la tarjeta amarilla, pero ante el grito de un periodista partidario quilmeño, que con gestos ampulosos y voz fuerte le dijo: “¡Le pegó en el piso, eso es roja!”, el juez cambió de mano, metió la otra en el bolsillo del pantalón y mostró la tarjeta roja a Ariana Domínguez.
La hinchada cervecera, que se había hecho escuchar durante todo el partido y que la parcialidad local poco pudo acallar, fue protagonista especial en este tramo final, ya que el resultado se prestaba para expresar la alegría contenida.
Finalizado el cotejo, la algarabía fue general. Pudo verse en las expresiones de las jugadoras, quienes fueron a saludar a su público y posaron para la ya tradicional foto, con el dorsal del resultado visible de frente para los periodistas.


Si si así fue ,muy bien las chicas ,era un partido muy especial,,técnicos que estuvieron de ambos lados,y jugadoras también,era un plus adicional