
En los últimos años en muchos barrios de Quilmes los vecinos instalaron alarmas comunitarias como protección ante los robos sufridos.
Instaladas en postes, son alimentadas por cables a 220w, y además de emitir sonido encienden reflectores. Se accionan desde las viviendas a control remoto.
Pero ladrones no improvisados, munidos de las herramientas necesarias, cortan el cable de suministro y la alarma deja de funcionar, queda inutilizada a las 48 a 72 horas, que es lo que dura la batería de 12 vol. con que se completa el equipo.
Esta advertencia nos la hicieron moradores de las calles Rodríguez Peña y Origone, de Bernal Oeste.

No lograron ingresar en ningún domicilio porque un vecino advirtió que los ladrones estaban corriendo por los techos, con habilidad de «parkur» y logró dar voces de alerta, por lo que escaparon hacia unas motos que los estaban esperando.
Advertida la policía, acudió al lugar en inmediato junto con un móvil de Gendarmería.
En el mismo barrio este fin de semana robaron los medidores de agua instalados en las veredas, quizá porque sus relojes contienen cobre apto para la venta.
Protesta vecinal
Por estos hechos de inseguridad y otros ocurridos también en Bernal y Don Bosco, se realizó este domingo 16 una caravana de protesta con gran asistencia, que después de un largo recorrido culminó con un petitorio en la Comisaría 9° de Barrio Parque Bernal donde se reclamó más patrullajes preventivos, entre otras cosas.

Sin Palabras, se las saben todas pero solo para ROBAR
Hay más datos?