Cuando Marita fue a darle una inyección a Juanita, la compañera de José Tedeschi, creyó que podía dejar un ratito a sus hijos. Qué iba a imaginarse que estarían solos cuando cayera la Policía. Al menos, los vio el laico Felipe Oscar González, que logró avisar a su mujer y huyeron.
Cerca de allí, en el PRT, desconfiaban de la religiosidad de Gato que se había acercado cuando era seminarista,y no ascendía a pesar de haber sido evaluado por Roberto Santucho en persona; secuestrado en Córdoba junto a su bebé el 27 de diciembre de 1974, fue llevado a un centro clandestino al igual que su mujer embarazada, María Eugenia Fernández, presa en el Buen Pastor, de donde se fugó el 24 de mayo de 1975, once días después de la liberación de su esposo, con quien se reencontró en el conurbano sur; dio a luz en el Fiorito y, al salir, trabajaron en Itatí, cerca de Tedeschi. Ahora, cuando confirmaron que la Policía no fue por ellos sino por un ladrón que había vivido en esa villa antes, regresaron, más alertas.
El último sábado de enero, el cura obrero ofició su ceremonia:
–En el nombre del padre del hijo y del santo espíritu… Estamos aquí para pedir por nuestro vecino secuestrado, Modesto Vargas. Ayer fue él, mañana podría ser yo.
Nadie reparó en que amén significa así sea.
El domingo, en su carpintería, el sacerdote intentó terminar una cuna-hamaca. El lunes 2 de febrero, fue a la cooperativa de villa Itatí.
–Hagamos una lista de lo que falte para re aprovisionarnos.
Estaba con Tono, Mingo, Mari, de sólo 15 años, y el Paraguayo con un revólver chico bajo la camisa, cuando oyeron golpear a la puerta.
A la pregunta de qué necesitan, requirieron al padre José.
–Soy yo, ¿qué necesitan?
Tres de civil mostraron armas y sacaron al cura de 42 años a las rastras hasta el piso de un Torino blanco.
Será hallado el domingo 15, en La Plata, torturado y sin ojos.
Habrá de lamentarlo Daniel De Santis, quien conocía su colaboración con los del PRT[1] al igual que con los peronistas, que no lo olvidaron.
Su misa, presidida por Antonio Quarracino y el vicario general Rubén H. Di Monte, congregará 37 sacerdotes.[2]
[1] Tedeschi permaneció en la memoria con la fidelidad que sólo los pobres profesan. Su nombre preside el Centro Comunitario y el de Gestión Juvenil de Don Bosco. Allí, en los aniversarios del crimen, hubo celebraciones de salesianos con José Bárbaro y Carlos Bruno (ex alumno de JT en el Don Bosco), funcionarios y vecinos en mateadas como a él le gustaban. Sus cartas están en la Nápoli que fundaran los abuelos y donde una escuela lleva su nombre.
[2] Web: Comisión Fundacional del Movimiento Cristianismo de Liberación.