EL QAC SUFRIO SU PEOR DERROTA

En una de las mayores catástrofes de la historia del Estadio Centenario Ciudad de Quilmes, Ferrocarril Oeste vapuleó por 4 tantos contra 1 a un desorientado y sin rumbo Quilmes, que había recuperado a 4 titulares, menos mal.

En una noche fría en Quilmes, la temperatura subió alto en los hinchas cerveceros que asistieron al Estadio Centenario Ciudad de Quilmes. Y no es para menos, el equipo de Darío Franco perdió el rumo y no encuentra conexiones a pesar de haber recuperado a cuatro habituales titulares que habían sido baja por lesiones. En la semana previa, se especuló mucho con la visita del presidente de AFA a la sede social y estadio del Decano. Además, con la designación de Pablo Dóvalo como árbitro principal del encuentro.

La realidad es que Quilmes no supo encontrar el juego que tenía en los primeros partidos del torneo y Ferro sí cada error, cada contra y cada detalle para convertirlo en gol. Con Esteban Glellel en Dubai con la selección de Siria y con Gagliardo en el arco, dependía de la lucidez de la defensa, que fue la más reforzada, ya que volvieron Federico Tévez y Damián Adín a ser titulares. Pero de un rechazo al medio de Tévez fue que Mosca agarró de lleno una pelota que cruzó el cielo quilmeño para colarse en el ángulo superior derecho de Gagliardo que, hasta ese momento, era un espectador más. Quilmes fue impreciso, siempre jugó de espaldas a la defensa rival y se vio superado en todas sus líneas. Con Parisi, el Rayo González, Axel Batista, Luna y Puzzo en cancha, pareció no tener delantera, es que Ferro fue ordenado, esperó. Y golpeó. Golpeó duro de contra, sobre todo en el segundo y cuarto gol, ambos nacieron de un córner a favor de Quilmes.

Ferro venció sin problemas a un Cervecero desorientado

Ferro, con un Mateo Levato encendido y la compañía de Ricardo Blanco y Nicolás Retamar hicieron que las pocas llegadas que tuvieron sean gol, a excepción de una, en el primer tiempo, cuando Gagliardo tapó dos veces en una misma jugada mano a mano a quemarropa. La única buena del guardameta en el partido. El resto del cotejo para el golero chivilcoyano fue para el olvido, como el que tuvo con Central Córdoba por Copa Argentina. Pero no hay que recaer en la pasividad de arquero. Todo el equipo funcionó mal o no funcionó. Puzzo se comió un gol hecho en el primer tiempo y lo propio hizo Luna en el segundo, con 7 córners a favor durante el encuentro y 4 remates al arco, los numeros dicen que el partido de Quilmes no fue malo. Sin embargo, fue horrible, en todo el torneo no se vio un Quilmes tan desordenado y desorientado y a un Darío Franco que hasta en un momento se quedó callado. Parado, pero callado. Se hamacó por el frío y por el juego que vio en sus jugadores que estaban siendo cacheteados 4 a 0, hasta que en el epílogo Fabián Bordagaray decoró el resultado.

Duro golpe pero es la primera derrota de local en el torneo. 1-4 con Ferro en un momento en el que se esperaba el repunte luego de un triunfo y un empate. Quedó groggy y a la espera de revertir esta imagen desdorosa dada en el Centenario.


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