ENVIADO ESPECIAL A MAR DEL PLATA
GENERAL PUEYRREDON – En el estadio José María Minella, por la trigésima fecha de la zona A del campeonato de Primera Nacional, Quilmes y Alvarado empataron 0 a 0. Para la curiosidad fue la casaca usada por el Cervecero: toda celeste con pantalón y medias blancas.
Quilmes regaló un tiempo, el primero, como en varios partidos anteriores. Sin embargo, en esta etapa, la jugada más clara la tuvo el Cervecero luego de un pase filtrado de Enzo Kalinski para Emanuel Herrera. Este último remató a los pies del arquero Juan Manuel Lungarzo. Luego de esto, casi no hubo situaciones de gol para ninguno. Para muestra basta un botón; nada mejor que ver las caras de ambos técnicos, que buscaron explicaciones en el piso. Al clima plomizo de la atlántica ciudad se le sumó el bodrio propuesto por ambas escuadras en el rugoso terreno del abandonado Minella.
En el segundo tiempo, el que se hizo cargo de la pelota fue Kalinski. De a poco se vio a Quilmes mejor. En los últimos 15 minutos del segundo tiempo, el elenco de Sergio Rondina estuvo mejor parado gracias a los cambios del DT. La jugada del remate de Axel Batista que sacó Lungarzo por encima del travesaño. Triangulan Puzzo y Herrera; y el juvenil remató para que el guardametas marplatense la saque al corner. En la última, luego de un centro, Herrera remató mordido y la sacó un defensor del local en la línea.
Quilmes, en el bodrio que fue el partido, fue mejor. Mereció más porque intentó y tuvo jugadas de local. Alvarado, por su parte, tuvo como figura a Lungarzo pero jamás ocasionó situaciones a Esteban Glellel, que podría haberse retirado del estadio casi sin bañarse.
Esta unidad a Quilmes le permite mantenerse en puesto de zona de reducido hasta el comienzo de la siguiente jornada al menos. Sólo una goleada por más de ocho tantos de Racing a Talleres en el final de la fecha podría quitarle al Cervecero una buena ubicación en esta zona de clasificación.