Triunfo agónico de Quilmes en Turdera ante Temperley. En un encuentro en el que Quilmes no llegó con peligro más de cinco veces, metió tres goles, lo dio vuelta en el tiempo adicional y se festejó con todo.
El trámite del partido empezó con ambos equipos que propusieron poco, como lo hicieron en todo el torneo. La primer arrimada fue de los celestes a los cinco minutos con un cabezazo que tapó bien Esteban Glellel. La presión del Gasolero sobre la salida del Decano se hizo sentir, y costó muchísimo en el primer tiempo poder tener alguna clara de gol. Tanto fue así que el único delantero, Federico González, estaba muy lejos de poder recibir, ya que el Kevin López estaba apenas por delante de la línea de cuatro que no se movió del fondo. A los 17 minutos por un foul Santiago López García vio la amarilla (sumó la quinta en el campeonato, por lo que no podrá estar el miércoles ante Belgrano). Otro amonestado en el primer tiempo fue Elías Brizuela a los 27 por reiteración de faltas. Una radiografía de lo que fue Quilmes en ese lapso.
Tres minutos después, tras error de López García en la salida, y un centro, Luis López solo en el segundo palo puso la primera ventaja para Temperley. A los 35, la única clara del primer tiempo, con un remate cruzado de Federico González que el arquero Fidel Castro sacó bien al córner. Quilmes no se quedó, intentó, fue, pero con más corazón que armas e ideas no pudo doblegar al rival y el primer tiempo terminó con ventaja mínima para el local.
Segundo tiempo cargado de emociones
En el segundo tiempo ambos demostraron un poco más de vocación ofensiva y lo buscaron, pero todos fueron tibios remates que no inquietaron ni a Esteban Glellel ni al golero local. A los 11 minutos empezó el show de los cambios, fue el turno para Emanuel Moreno, Matías Ruíz Díaz y Julián Bonetto que entraron en lugar de Camilo Machado, López García y Brizuela. El local buscó a los 16 minutos ampliar con un cabezazo de pique al piso de Paz, que se elevó demasiado y no trajo peligro. Todos eran intentos tibios de ambos bandos. De inmediato el primer cambio en Temperley, entró Mac’Kay por Paz. A los tres minutos de ingresar, el de apellido sajón tuvo una clarísima con un remate a la carrera que Glellel sacó con el pie. Fue golpe por golpe en ese momento y lo fue el resto del segundo tiempo
De inmediato, respondió Iván Colman con un remate certero que sacó un defensor en la línea. A los 25 minutos ambos técnicos metieron mano al banco y salieron Axel Batista y Agustín Bindella por Mariano Pavone y Iván Erquiaga en Quilmes. En Temperley, García por el autor del hasta ese momento único gol, Luis López.
Un minuto después, cuando Quilmes no buscó tanto, encontró mucho, Moreira cabeceó al palo, la bola recorrió la línea de gol y la empujó Rafael Barrios para decretar el empate. Sacó del medio Temperley y en menos de 25 segundos ya tuvo el alivio. Glellel le comete penal al delantero Mac Kay y el árbitro Ramiro López sancionó. Callejo cambió por gol y en un minuto todo volvió a estar igual. El Celeste, adelante por la mínima. A los 37 José María Bianco, DT del local, intentó sellar el resultado con el ingreso de Rodríguez y Frías y la salida de Bandunciel y Reinhart. Dos minutos después se armó escaramuza en el mediocampo. Los locales reclamaron un golpe sobre García, pero el árbitro y los líneas no vieron nada, de esa jugada Kevin López salió amonestado por protestar.
A los 44 arrancó el show de Pavone con un tiro cruzado que se fue cerca. Y acá la clave del partido: se adicionaron seis minutos más al tiempo reglamentario. Momentos inolvidables para el hincha cervecero que vio como en un minuto el delantero de Tres Sargentos metió la bola dos veces: El primero desde un centro que vino desde la derecha (que empujó un defensor gasolero) y el segundo desde un córner desde la izquierda y desató la alegría del pueblo cervecero. Además, la debacle total en Turdera donde en tres de las cuatro tribunas se vieron corridas, piñas, y gran tole tole que no involucró a ningún hincha infiltrado del Decano, todo entre ellos.
Fue para Quilmes porque este deporte es el más lindo del mundo y todo puede pasar, incluso si se juega muy, pero muy mal ante un equipo que pelea el descenso. Sirve para sumar tranquilidad. En unas semanas se verá si también para algo más.