
Murió Marcelo Novillo, el papá que desde 2014 lloraba a su hijo asesinado por una patota.
Se había internado por su propia voluntad en el Hospital Borda luego de muchos años de golpear puertas judiciales, encadenarse, hacer huelgas de hambre, llamar la atención en los medios de comunicación. El mismo se reconocía como alienado por la pérdida de su hijo, y por la indiferencia del Estado.

Hasta el último día pidió justicia y condena para todos los responsables del crimen de Adrián, que fue atacado por varios delincuentes a la salida del boliche Spice de Calchaqui al 3000. El joven tuvo una larga agonía luego de ser robado y golpeado.
De todos los atacantes sólo uno fue condenado a 12 años. De los demás, hay una gran nebulosa que incluye amenazas al padre y sospechas de otros delitos, amparados por el poder.

Karina Báez, la mamá de Adrián, en sus redes.
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