El Cervecero no deja pasar el tren en este campeonato de Primera Nacional. Venció 2 a 1 a Aldosivi en el estadio José María Minella y posibilitó no caer en la tabla, ya que, a excepción de Chacarita, todos sus competidores directos habían ganado. Con goles de Julián Bonetto (penal) y Tomás Sandoval, la escuadra de Guido y Paz se trajo los tres puntos para el conurbano.
El partido empezó con una novedad: no jugó Federico Anselmo. El 9 capitán arrastró cansancio físico de la semana y el DT, Mario Sciacqua, optó por Facundo Castro para ocupar el centro del ataque. En una cancha rapidísima, producto de la habitual humedad marplatense, Quilmes fue el que mejor se paró. No tanto por situaciones de ataque sino porque, con la tenencia de pelota, posibilitó que domine las acciones. Aldosivi, por su parte, solo contó con una escapada de Curuchet por izquierda que ninguno de los vestidos de verde y amarillo concretó frente a Milton Alvarez.
A las espaldas de Emanuel Iñíguez y Santiago Laquidaín corrió Mario Sanabria, como si fuera el hijo del viento. Rápido salió Luis Ingolotti y, ante el remate del juvenil, ganó el golero. Le faltó jerarquía al pibe de Quilmes para definir y por eso todo siguió 0 a 0. Quilmes llegó otra vez y fue punzante pero, tras derivar la bola a Iván Erquiaga, este fue empujado y no le dio con comodidad: se fue cerca. La desgracia le llegó a Quilmes con una equivocación del 3 cervecero, tras el centro atrás de Curuchet. Erquiaga se tiró para despejar y la metió en contra.
Para la segunda etapa, Sciacqua apostó por Tomás Sandoval en lugar de Batista. Quilmes continuó como el mandamás de las acciones dentro de un partido típico de la categoría, barrero y con poca llegada. Un remate de Sanabria y un cabezazo de Facundo Castro, tapado por el golero local, fueron incidicio de una levantada cervecera que no logró plasmarse en el marcador. Aldosivi, por su parte, salió del fondo y desnudó algún que otro problema desde el fondo cervecero. En ese lapso, Cervera lo tuvo y tapó muy bien el golero cervecero, Alvarez. En el medio, Sciacqua mandó a la cancha a Brahian Ayala y Martín Giménez.
Quilmes retomó el mando y, de la mano de Iván Colman, fue hasta el área de Ingolotti con peligro. Llegó así el penal con el que empató el partido. La picó el Negro por la derecha y Julián Bonetto fue derribado por el arquero. En el remate, el ingresado reventó el arco y puso el 1 a 1. Quilmes allí lo mató a un Aldosivi que no se recuperó más.
Lo tuvo Giménez con un cabezazo que Ingolotti sacó por encima del horizontal. Quilmes justificó un triunfo que no logró plasmar en la red sino hasta la última jugada. Bonetto tocó para Ayala. El paraguayo la picó y la bola dio en el palo. Allí estaba Tomás Sandoval, que solo tuvo que empujarla.
El 2 a 1 fue justo porque Quilmes hizo el gasto y los tres goles. Consiguió ganar en un territorio que siempre es favorable pero, además, lo justificó con una actuación a lo largo de todo el partido, en el que justifica el lugar en la tabla.