SOBRESEYERON AL JUBILADO

La Justicia sobreseyó al jubilado de Quilmes que mató a un ladrón y suspendió el juicio previsto para el lunes

El argumento fue la legítima defensa.

Por José Haro

Por primera vez en casi tres años de proceso, la defensa y la fiscalía coincidieron en que Jorge Adolfo Ríos actuó en legítima defensa cuando mató a balazos a un barrabrava “cervecero” que durante la madrugada del 17 de julio de 2020 entró a robar junto a otros ladrones, tres veces en su casa de Quilmes Oeste y lo golpeó con salvajismo.

El juez del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Quilmes, Rubén Darío Hernández, sobreseyó a Ríos, cuatro días antes del inicio de un Juicio por Jurados al que iba a llegar acusado de un delito para el que se preveía la pena máxima de prisión perpetua.

Los abogados Fernando Soto, Marino Cid Aparicio y Martín Luis Sarubbi, habían pedido el sobreseimiento de Ríos “por haberse acreditado que ‘el hecho investigado’ no ha existido”. Se referían a la acusación de homicidio agravado por uso de arma de fuego que pesaba sobre el herrero jubilado. La defensa insistió en que actuó en legítima defensa; y el fiscal de Juicio, Andrés Nieva Woodgate, se sumó al planteo exculpatorio.

La Justicia tiene acreditado que pasadas las 4.30 del 17 de julio de 2020, Ríos fue víctima de un violento asalto en su casa (en realidad, el tercero en la misma madrugada) a manos de una banda de una villa situada a 200 metros de su vivienda en Ayolas al 2700. Los delincuentes lo golpearon y uno le asestó varios puntazos en el cuerpo con un destornillador. El jubilado, desde el piso, abrió fuego con una pistola calibre 9mm que tenía para defenderse y tiró al bulto para sacarse de encima a uno de los ladrones. El asaltante, herido, saltó la pared por la que había ingresado y escapó. Ríos salió a la calle con el arma y encontró al malhechor tirado en la esquina, bajo los faroles de la calle, en la fría noche. Allí, es donde comenzaron las diferencias, dado que la Fiscalía sostuvo que, en esa esquina, el herrero remató al delincuente Franco Martín Moreyra (un barrabrava del Q.A.C., de 26 años) en el piso.

Esta acusación se sostuvo hasta ahora, cuando el fiscal Woodgate, con una nueva prueba científica que sostenía que Ríos no disparó en la calle, solicitó su sobreseimiento. El juez hizo lugar.

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