Quilmes ganó un partido bravo, ante un rival encumbrado. Venció 1 a 0 a Racing con total justicia a partir de un gol de Leandro Allende. Fue más que el rival, en especial en el segundo tiempo, y salvó su ubicación en la tabla.
Quilmes salió a la cancha con cambios. La vuelta a la titularidad de Enzo Kalinski le permitió tener más velocidad y panorama en ese sector de la cancha (en especial con Ramiro Luna). En el ataque, por su parte, un activo Lautaro Parisi le permitió al equipo de Sergio Rondina ser más incisivo en el ataque. Claro que todo esto casi ni se vio en el primer tiempo porque fue una etapa en donde se jugó casi entre las medialunas.
Tanto al Cervecero como a Racing les costó penetrar en las áreas con peligro. Una fue la de Kalinski, quien la acomodó y remató débil ante Joaquín Matallía. La visita, con un remate a la carrera desde tres cuartos de cancha de Gastón Díaz, hizo que Esteban Glellel la tire al corner. Eso sí, en uno de los tantos centros, el referí Edgardo Zamora omitió un penal por agarrón de camiseta a Leandro Fernández. En este lapso, también se lució Glellel con una volada que impidió la apertura del marcador en favor de los cordobeses.
Para el segundo tiempo, sin cambios en los equipos, Quilmes profundizó su dominio. No sólo abrió más la cancha sino que también fue mucho más intenso y con variantes en la creación de jugadas de peligro. En este sentido, Quilmes avisó con una escapada por derecha de Emanuel Herrera que se la dejó servida a Lautaro Parisi. Pero el Toro la tiró a las nubes.
A los 20 minutos, Kalinski la picó para Parisi, quien pifió, pero su tiro le quedó a Leandro Allende, quien remató fuerte y venció al golero Matallía. Tras el tanto, el Cervecero siguió con su dominio y recién los minutos finales Racing tuvo ocasiones de gol. En especial, un cabezazo de Fernández abajo y difícil que el golero cervecero tapó sin dar rebote.
El final encontró a Quilmes con la victoria. Empezó el partido en el décimo puesto y acabó en el sexto, adentro de la zona de clasificación al torneo reducido y la copa Argentina. El equipo jugó muy bien, comandado por la sabiduría de Kalinski, y tuvo algunos puntos altos con buen rendimiento como los de Ayrton Sánchez, Herrera y Parisi. La figura de Glellel, presente en momentos claves, ya es cotidiana para este Cervecero que aun sueña con dar el golpe.