Hoy se cumple un mes de que la trabajadora municipal Verónica Barrionuevo denunció haber sido víctima de amenazas, acoso y agresión física por parte de Sebastián Greco, dirigente de la Mutual Gerónimo Izzeta, en Brandsen 187 de Quilmes.
El empleado de la comuna quilmeña, se encuentra “en comisión” en la entidad, lo que le permite ausentarse de sus funciones en la Municipalidad para trabajar en la mutual.
Según consta en la denuncia, Barrionuevo realizaba un trámite cuando fue abordada por Greco, quien la amenazó y la tocó de manera intimidante.
“Vos para hablar de m, te tenés que lavar la boca con nafta, sino te la voy a lavar yo. Y no sé si te va a alcanzar. Te conozco, miserable”
Esas fueron algunas de las palabras que el dirigente dirigió a la trabajadora, junto a otros insultos. Además, Barrionuevo denunció que Greco la agarró de los hombros, lo cual fue percibido como una clara agresión física y un acto de violencia de género.
La trabajadora, muy afectada, presentó la denuncia judicial, aseguró contar con testigos y solicitó medidas de protección a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI).
No es el primer episodio en el que Greco ha sido señalado por su comportamiento hacia mujeres. Parece contar con la protección del presidente de la mutual, Fabio Ramos, responsable de gestionar su “comisión” para que desempeñe tareas en la entidad privada, en lugar de cumplir con sus responsabilidades en la comuna. Esta situación deja en evidencia la falta de controles y la impunidad con la que Greco opera bajo el amparo institucional.
La denuncia de Barrionuevo pone en evidencia la urgente necesidad de tomar medidas efectivas contra la violencia de género en los ámbitos laborales, y de garantizar la protección de las trabajadoras frente a comportamientos abusivos de dirigentes y empleados que usan su posición de poder amedrentar y violentar.
Mi solidaridad para con las empleadas. Está gestión es la peor de todas en cuanto al maltrato hacia las mujeres. Y la intendente lo sabe.