(Télam) La fiscal María Julia Botasso pidió 25 años de prisión para un joven acusado de haber participado en el crimen de Micaela Romero, la integrante de la Policía Federal que fue asesinada por «motochorros» cuando la asaltaron en agosto de 2020.
Por este caso, el 13 de julio de 2021 tres jóvenes que al momento del asesinato tenían menos de 18 años fueron condenados a 25 años y siguen detenidos en institutos de menores. Ahora en el banquillo de los acusados se encuentra el cuarto imputado que hoy tiene 19 y era adolescente al momento del crimen.
Es juzgado por los jueces Edgardo Salatino, Isabel Cerioni y Julia Rutigliano, del Tribunal Penal Juvenil 2.
En tanto, su defensa requirió la absolución y los magistrados pasaron a un cuarto intermedio hasta el lunes 26 cuando se dicte el veredicto.
En otro juicio, el mismo tribunal adelantó el veredicto, que resultó condenatorio para los imputados, con penas confirmadas de 25 años de prisión.
La instructora judicial pidió que se condene a los acusados por el delito de «homicidio en ocasión de robo doblemente agravado». Sin embargo, los jueces Alejandro Paccioretti, Gladys Krasuk y Analia Consolo resolvieron cambiar la calificación a «homicidio agravado en concurso real con robo con arma».
Micaela Romero tenía de 23 años, era madre de una nena de 2 y tenía un año de antigüedad en la fuerza de seguridad, donde se desempeñaba en la División Protección Residencia Presidencial de Olivos y Operaciones de la PFA, aunque estaba de licencia médica cuando fue asesinada. La hija vive con su padre en una casa que el hombre construyó junto a la mujer asesinada en la parte de atrás del terreno donde se ubica la vivienda de la madre de la víctima, en el barrio Kolinos.
El crimen fue cometido cerca de las 7 del domingo 16 de agosto de 2020, Día del Niño. La policía, vestida de civil y sin su arma, fue junto a un amigo a comprar cigarrillos a calle 395 y Pellegrini, de La Cañada, cuando fueron abordados por delincuentes en moto.
De acuerdo con lo determinado luego, los asaltantes le robaron las zapatillas y el celular al amigo de Romero y cuando la mujer se negó a entregar su teléfono se dieron cuenta de que era policía y le efectuaron un disparo en el pecho.
Los investigadores dijeron que la oficial recibió un disparo a la altura del tórax, mientras que los delincuentes alcanzaron a sacarle el celular para luego escapar. Tras el ataque, Romero fue trasladada en grave estado por un grupo de vecinos al hospital El Cruce, donde ingresó inconsciente y falleció a los pocos minutos producto de la herida sufrida.
A un mes y medio del hecho, la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner se reunió en su despacho del Senado con la madre de la víctima y la intendente Mayra Mendoza para acompañar el pedido de justicia.
