Por María Fernanda Segreto Tachini
Este martes, día de Una Pausa en la Semana, vamos a entrar a La Casa de Bernarda Alba, de la mano del director Leandro Cicchinelli. ¿Por qué? Porque él dirige esta maravillosa obra de Federico García Lorca que se estrena con un gran elenco el próximo sábado en el Centro Cultural Polaridades.

¿Quieren saber más?
A las 20, por Radio Quilmes fm, a través de la web, por la app y el canal de Youtube de la radio.

Escribió el director
Para ordenar mi cabeza
LEANDRO, madrugada de julio de 2020
escribo esta madrugada:
en el seno de la casa,
bombachas desperdigadas.
Verano cruel e interminable,
luna que habla y que calla.
Mujeres sin caballo,
profunda llamarada.
María Josefa amamanta su oveja,
Bernarda es más nervio que muralla.
Grito de la madre tierra.
Mujeres que lavan y cantan.
Sangre, sudor y chisme,
estrellas en la ventana.
Olor a vino y a leña,
Bernarda-Franco y tan humana.
Drama versus tragedia,
¿y qué si hay carcajada?
Ombligos bajo el camisón,
tardes tornasoladas,
el síndrome de Estocolmo,
silencio, verde-esperanza.
Rupturas que son conscientes,
fotocopias marcadas.
La violencia como un virus
y la ignorancia trágica.
Siglo XX mamarracho,
y el XXI que nos desclasa.
Ernesto Schoo dice que Lorca…
y Elena anda descalza.
Colmillos de loba ingrata
de Poncia en la mano de Bernarda.
¿Qué hacer para que sea Lorca,
qué hacer para que sea magia?
¿Qué hacer sin traicionarme?
¿Y rima si digo «fagia»?
Fagia es devoración,
y Pepe engulle las dalias
perennes como su Adela,
y Martirio quiere ser parra.
Federico no baja en mi auxilio,
y no hay tales musas como contaban.
Por hoy, abandono las rimas,
los cristales, las palabras.
Pero qué hacer es lo que me pregunto.
¿Qué hacer con esta puñalada?
¿Qué hacer? ¿Qué hacer, Federico?
¿Qué hacer? Y bueh… hacer «…Bernarda…»
