CALLES DIFICILES PARA TRANSITAR

Aceras y calzadas presentan una geografía complicada para peatones en el centro de Quilmes.

Algunas bajadas de cordón concluyen en pozos poco amigables para gente con movilidad reducida, como en las esquinas de la calle Alem, por ejemplo, en su cruce con Lavalle y con Moreno.

Faltan tapas de registro de luminarias en la peatonal.

Las empresas tercerizadas de servicios dejan montículos de escombro que jamás retiran, como en Garibaldi, desde hace tres meses.

Todos esos obstáculos complican además la circulación cuando el agua de lluvia no es bien escurrida por los sumideros, tapados de basura que arrojan los transeúntes a la calle.

Todo es un cóctel de desidia y mala convivencia.

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