DE SICARIOS EN LA ESQUINA DE LA MUNI

Un hombre fue detenido en Bernal, acusado de ser el conductor de uno de los autos que participó en la emboscada al contador Diego Guastini, asesinado a balazos en 2019 en la esquina del Municipio.

Marcelo Fabián Padovani, alias Pelado, quien fue apresado por la División Homicidios de la Policía Federal Argentina (PFA) en Bernal, donde vive en pareja.

La detención fue solicitada por un equipo que investiga el crimen de Guastini: las fiscales de Instrucción Karina Gallo y María Clarissa Antonini, el fiscal federal 1 de Lomas de Zamora, Sergio Mola, y el titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) Diego Iglesias.

La detención es el resultado de una investigación de los Ministerios Públicos Fiscales (MPF) de Nación y Provincia, que tuvo como principal hipótesis que el móvil del crimen de Guastini (45) estuvo relacionado a sus vínculoscon integrantes de bandas dedicadas al narcotráfico, «o bien a su posición como colaborador judicial».

Los fiscales señalaron en su requisitoria de 33 páginas, que Guastini prestó colaboración con el caso del «Clan Loza» –en actual etapa de juicio oral– y el de la banda liderada por Carlos Sein Atachahua Espinoza, cuyos integrantes fueron condenados.

Guastini quería colaborar con el caso Leones Blancos, investigado en la megacausa en la que está imputado el exfiscal federal de San Isidro Claudio Scapolán y tiene detenidos a varios policías, varios de Quilmes.

Para los fiscales, el crimen de Guastini se trató «de un sicariato», por lo que consideran que existieron agravantes como la participación premeditada de dos o más personas y la promesa remuneratoria.

Los fiscales destacaron que a partir de una serie de elementos, en especial las imágenes de cámaras de seguridad, testimoniales y escuchas, se comprobó «una clara participación activa del Ford Fiesta Kinetic dominio NOO-858 en el hecho, además de ubicarlo el día y a la hora del evento».

El vehículo está a nombre de la pareja de Padovani y éste cuenta con autorización para conducirlo.

«Padovani estaría vinculado con maniobras de comercialización de estupefacientes, como así también a la compra ilegal de moneda extranjera en las casas de cambio llamadas cuevas y que adquiriría armas de fuego de manera ilegal».

«En ese sentido se logró determinar que Padovani se frecuenta con personas con antecedentes por causas similares (algunas de nacionalidad colombiana), que posee un tipo de participación o relación con la cueva a la cual concurrió (…) a realizar una operación de cambio de divisas, operada por personas de nacionalidad colombiana y ubicada a 250 metros de las oficinas que poseía Guastini».

La pareja de Padovani no tenía licencia de conducir, lo que refuerza la hipótesis de que el Fiesta «ha sido manejado» por el acusado.

Los fiscales tuvieron en cuenta un informe de Homicidios de la PFA en el que se indicó que uno de los números abonados a un celular utilizado por Padovani activó «las antenas en la zona de acontecido el ilícito hasta diez minutos antes».

«La intervención de Padovani se sustenta en la presencia de su vehículo en la escena, en el recorrido, donde acompaña a los tiradores a lo largo del trayecto, y su llegada a la city porteña, zona de las cuevas manejadas por la víctima».

Los fiscales sostuvieron que el hecho «trasciende la exclusiva intervención de Padovani, quien es posible que haya sido contratado como mano de obra. Sin embargo, las pruebas que se colectarán con el registro domiciliario (…) permitirán identificar otros intervinientes y ascender en la cadena de responsabilidades».

EL ASESINATO

El crimen de Guastini ocurrió la mañana del 28 de octubre de 2019, en la esquina de General Paz y Alberdi, a metros de la Municipalidad de Quilmes.

La víctima vivía a la vuelta y pasaba todos los días por ese sitio, a bordo de su Audi A4 gris. Esa mañana fue atacado a balazos por dos en una moto, que contaba con un Ford Fiesta y una camioneta Toyota Hiliux de apoyo.

La sospecha de los investigadores es que Padovani se detuvo delante del Audi de Guastini para obligarlo a detenerse y, en ese momento, apareció el sicario.

Personal policial halló a Guastini sobre la vereda a metros de su auto, herido de bala, inconsciente y con una pistola Glock calibre .40 en la cintura.

Llegó muerto al hospital Iriarte de Quilmes.


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