EL QAC, ANTE UN SAN MARTIN QUE FUE MAS

Exclusivo

No pudo ser para Quilmes. Cayó sin atenuantes ante un San Martín (de Tucumán) que se mostró mucho más dinámico en casi todo el partido. En el primer tiempo, fue superado por el conjunto visitante. A pesar de ello, se fue al vestuario 1 a 1. En la segunda etapa, en uno de los pocos errores de Esteban Glellel en el campeonato, el Santo marcó el 2 a 1.

La expectativa era grande en el Cervecero. Luego de dos victorias consecutivas, la medida de un rival que pelea el campeonato bien arriba daba lugar a potenciar el sueño en el caso de obtener los tres puntos. Sin embargo, con el correr de los minutos, el que agarró la bola y fue mucho más claro en sus movimientos fue el equipo tucumano. A los 6 minutos se lució Glellel con un remate a quemarropa a menos de un metro de Cuevas.

Tras el despeje, en otro centro llovido, la pelota picó y le dio en la mano a Matías Ferreira Guerrero. El árbitro Javier Del Barba la vio pero no fue penal debido a que, como suele explicarse en la tribuna: «la pelota busca a la mano y no al revés». De la acción, el defensor de Quilmes no sacó provecho. Pero metros más atrás, y fuera del campo visual del referí, Federico Tévez agarró de la casaca a un delantero tucumano. A los 15 minutos, Cuevas habilitó a Fedele, quien le ganó la espalda a Ferreira y a Tévez. El 7 de San Martín enfrentó a Glellel pero la bola dio en el palo y fue despejada.

San Martín abrió el marcador en un desborde de García por izquierda. Tras el centro atrás, Dáttola se tiró unos metros atrás (jugada preparada) y en soledad remató al gol. El 0-1 obligó al Cervecero a salir del asedio del equipo tucumano. Llegó al área de Darío Sand, mas sin generar peligro. El que hacía ruido cada vez que llegó al área fue San Martín. Un desborde de Cuevas, esta vez por derecha, derivó en García, quien, en soledad, remató fuerte. Glellel, una vez más, tapó una pelota harto complicada.

La clave de estos primeros minutos de dominio de San Martín estuvo en el mediocampo. Iván Ramírez debió retroceder demasiado y esto hizo que, por un lado, quedó sin la posibilidad de recuperar y generar juego con Ramiro Luna o Marcos Enrique. Por otro, que los delanteros estén desconectados del resto del equipo. En este contexto, también el que bajó a recuperar la pelota con gran sacrificio fue Fabián Bordagaray.

Pero esto es fútbol y Quilmes empató casi sin llegar al arco. Ante la multitud que apoyó al equipo, vino un corner desde la izquierda del ataque. La bola fue hacia Tévez, quien pareció errarle al balón. Picó y Adín rápidamente la punteó hacia el área chica. Mérito grande fue el del uruguayo Ferreira, quien le ganó con la cabeza a las manos de Sand. En la línea de meta, ninguno de los dos defensores tucumanos pudo despejar. Fue ese el primer disparo al arco rival; a los 31 minutos.

San Martín apostó mucho a la fórmula que no le dio resultado porque estuvo Glellel o porque, como en el caso de los 42 minutos, marraron sus delanteros. Otra vez escapó García por izquierda y Fedele, de cara al arco, remató fortísimo y el balón se fue apenas afuera. Una última tuvo el Santo tucumano con el desborde de García a los 45 minutos; pero la pelota fue directa al corazón del área chica y despejada por Ramírez.

Para el complemento, sin cambios en ambos equipos, la cosa cambió. Quilmes lució mucho más ordenado y San Martín, de a poco, pareció que le parecía bien llevarse un punto del Centenario. La más clara fue una corrida de Parisi, que aprovechó una pifia de Dáttola. El 7 cervecero corrió, eludió a su marca y quedó, desde el costado izquierdo, de cara a Sand. Remató y el balón se fue al lado del palo. Nada pasó con el correr de los minutos a pesar de algunas variantes que propuso el DT visitante, Diego Flores. Quilmes, por su parte, chocó contra la impotencia de que sus delanteros no lograron romper el cerrojo impuesto por el fondo tucumano.

A los 34 minutos, casi sin profundizar, San Martín encontró el gol de la igualdad. En el Mundial 78, César Menotti elogió a Leopoldo Jacinto Luque por su gol a Francia: «una de sus virtudes en el gol fue el factor sorpresa ya que Dominique Baratelli no esperaba su remate». Así fue como el equipo de Diego Flores se puso en ventaja otra vez en el marcador. Un remate desde afuera del área de Gonzalo Rodríguez sorprendió a Glellel. La pelota se le coló al golero de la Selección de Siria en el primer palo. A los 39 minutos, otra vez Rodríguez por derecha y en offside corrió y remató fuerte para que se luzca Glellel.

Las claves del partido estuvieron en varios lados. Gllelel permitió que a Quilmes le convirtieran dos goles y ratificó, una vez más, ser uno de los mejores jugadores cerveceros de la temporada. A su vez, en San Martín se lucieron Matías García y Lautaro Fedele; además de un mediocampo sólido y una defensa bien plantada. El 1-2 dejó a Quilmes con un sabor más que amargo pero que aun le deja resto para luchar por permanecer entre los que ingresan al reducido por el segundo ascenso y, por qué no, trepar algunos puestos más.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *