Hernán Bustos Rivas, del Departamento Judicial Quilmes, señalado por los padres de Josué Salvatierra
Tras el asesinato (en febrero) de Josué Salvatierra y Paloma Gallardo, la madre del joven presentó una denuncia formal contra el primer fiscal del caso, Hernán Bustos Rivas, por “incumplimiento de los deberes de funcionario público y omisión maliciosa”. Entre los motivos se encuentran “múltiples denuncias por mal desempeño del representante del MPF por arbitrariedad y demoras injustificadas”.
La presentación fue radicada tanto en la Procuración General de la Provincia como en la Suprema Corte bonaerense, con críticas a la actuación del fiscal, a quien acusan de haber abandonado líneas de investigación durante los primeros días del caso.
El fiscal de Varela se excusó meses atrás de seguir con el caso de Paloma y Josué tras denunciar amenazas del letrado que patrocina a la familia de Josué. Mientras la causa sigue con el fiscal Darío Provisionato, familiares y vecinos exigen que el juicio no se convierta en otro expediente olvidado.
La justicia para Paloma y Josué también es la oportunidad de poner fin a la impunidad.
Pistas
Una nueva pista podría ayudar a esclarecer el brutal asesinato de los dos adolescentes hallados sin vida en un descampado de Varela a fines de febrero. Se ordenó tomar muestras de sangre a los familiares directos, con el objetivo de comparar perfiles genéticos y detectar un posible rastro ajeno a la escena.
La medida fue confirmada por Aníbal Osorio, abogado de la madre de Paloma, quien explicó que padres y hermanos de ambos jóvenes accedieron a los estudios. El objetivo es detectar un tercer perfil genético que permita avanzar con la identificación del agresor o de personas vinculadas al hecho.
Provisionato (UFI 1 descentralizada de Varela) ordenó el allanamiento de un galpón a pocos metros de donde fueron encontrados los cuerpos. Allí, efectivos de la Policía Federal y personal de la DDI local incautaron un celular, peritado por el área de cibercrimen de criminalística.
Desde la querella solicitaron la extracción de ADN a todos los sospechosos no detenidos. Esperan que esos análisis puedan cruzarse con otros rastros hallados.
Paloma y Josué fueron vistos por última vez el 27 de febrero, cuando iban al gimnasio. Nunca llegaron. Dos días después, sus cuerpos fueron hallados en un descampado de Bosques, a metros de un puente ferroviario. Fallecieron producto de un traumatismo encefalocraneano grave, con fractura de cráneo y hemorragia cerebral. En Paloma, se detectó una lesión cerebral letal.
La causa está caratulada como homicidio criminis causa, es decir, un asesinato perpetrado para ocultar otro delito. La hipótesis apunta a que los adolescentes pudieron haber sido testigos o víctimas de otro hecho.
Las pericias genéticas y el material tecnológico incautado podrían ser determinantes para lograr avances en una investigación que sigue sin detenidos.