
Quilmes perdió un partido que tenía ganado ante un rival muy pobre. El equipo de Facundo Sava no cerró el match con los constantes contragolpes que tuvo tras la apertura del marcador y lo sufrió.
Primero, se lo empataron y, en la última jugada, el técnico de Maipú, Luciano Theiler, ganó el cotejo cuando mandó a López Dessypris a la cancha.
La principal falla que tuvo Quilmes fue intentar los contragolpes en una cancha muy complicada con delanteros no tan livianos como los que ingresaron después. Ante un muy inseguro Juan Cruz Bolado, “se falló en la definición”, como dijo Sava tras la victoria en Río Cuarto ante Estudiantes.
Es decir, Matías Fernández y Emanuel Moreno ingresaron tarde para liquidar el pleito. Les costó entrar en partido y no gravitaron. Las más claras para el Cervecero fueron dos. Una escapada de Acevedo por izquierda que remató muy fuerte y Bolado rechazó. El área siguió en peligro con la arremetida del 10 al punto que un defensor la tuvo que revolear urgente al corner.
Por otro lado, ya con el partido empatado, un tiro libre provocado por la insistencia del ataque quilmeño motivó el nerviosismo en la defensa botellera. ¡El defensor se la dio al arquero! En tiro libre, muy esquinado, Drocco tocó para Moreira y este remató fortísimo. La pelota dio en la espalda de Tonetto, pegó en el travesaño y se fue al corner.
A Quilmes le faltó manejar los tiempos. Primero, porque falló en defensa ante el pobre ataque botellero. En el primer gol, se confió Barrios ante Franco Moreno, quien ganó la pelota y envió un centro desde el piso para el cabezazo de Veliez. En ese momento, cuando faltaban 12 minutos, se desordenó Quilmes. Se los vio a Moreira y a Barrios, este último en menos ocasiones, jugados al ataque y retrocedieron más lentos que los delanteros mendocinos.
Recién con el 1 a 1, ingresó Matías Fernández. La velocidad se necesitaba un rato antes.
El colmo de la desorganizacíon llegó en la anteúltima jugada. Lo ganó Theiler porque, tras la tercera falta en la puerta del área, mandó a la cancha con el último cambio al grandote Lucas López Dessypris, que mide 1,83 m.
Hasta un ciego se dio cuenta que se la iban a tirar a él.
Llegó el centro de Franco Moreno (otra vez) de tiro libre y el ingresado le ganó en el salto a Sainz y la puso en el ángulo del arco de Glellel.
Al final, el arbitraje del temido Adrián Franklin (no por los protagonistas sino por quienes analizamos el campeonato) resultó favorable. En la primera etapa, omitió un penal a favor de Deportivo Maipú cuando Pier Barrios derribó a Walter Herrera. En el complemento, marcó la falta
de Bolado ante Acevedo, que fue pena máxima pero podría haber adoptado el mismo criterio que en la infracción descripta en la oración anterior. Ante la polémica, el tanto anulado a Blanco en el primer tiempo estuvo bien sancionado.
Quedó la duda, eso sí, si en el génesis del primer tanto de Maipú hubo mano de Franco Moreno.
“No hay que dormir”, decía el inolvidable Di Blasi. Y en la excursión a esta ciudad, Quilmes no se dio cuenta que el punto era útil más allá de que, a pocos kilómetros, Gimnasia le ganó a Estudiantes y se subió a la punta con Tigre.
No hacía falta que los centrales terminen en el ataque cuando para la tabla se sumaba uno. Porque ahora las unidades que viajaron a Buenos Aires son cero.
Como suele ocurrir en los campeonatos largos, se verá si Quilmes puede capitalizar la experiencia de esta caída, que no es estrepitosa ni lapidaria, pero sí muy evitable.
Faltó sapienza para aprender a hacer los cambios a tiempo, también experiencia para pinchar la pelota y sacar la defensa bien lejos del área grande, cosa que Quilmes hizo ante Estudiantes y Temperley.
Por último, por más DT que esté en el banco, cuando entra un grandote en la última jugada es obvio que se la van a tirar. Lo sabe cualquiera: técnico y jugadores.
Quilmes pasó por Maipú con la misma receta con la que se llevó tres puntos de Río Cuarto. En esta ocasión, sucumbió ante un tibio Deportivo que atacó poco pero pudo empatar con un cabezazo inatajable al ángulo. Lo peor
fue la jugada del final: nadie de Quilmes dio cuenta del centro que se venía a la cabeza de López Dessypris. Lo perdió Quilmes. Ojalá se haya aprendido, como tras aquella caída ante Gimnasia en el Centenario en donde, luego
de ella, se modificó el largo del equipo y mejoró.
Indios Quilmes
Lea las coberturas completas de Despos en su revista:

incidirá esto en las elecciones en las que busca reinstalarse Anibal Fernandez?
¿Influyó el resultado de las elecciones en el Club?
No se puede creer.