Fotos Mariano Draghi
La violencia presente en la sociedad tiene detonantes a veces increíbles. Esta tarde, en inmediaciones de Mitre y Echeverría, un pasajero despechado porque no logró subir al colectivo que esperaba, amedrentó al chofer de otro que venía detrás, de la misma línea (584), para que choque a su compañero, encontronazo que no se pudo evitar en la discusión porque, además, iban muy pegados.

Como consecuencia inmediata, estalló el vidrio trasero de la unidad de adelante cayendo en mil pedazos sobre los pasajeros. El agresor fue interceptado al bajar del vehículo queriendo escapar, y otro le pegó un cabezazo que lo dejó sangrando.

En corrillo, transeúntes y pasajeros de ambos «bondis» trataban de analizar qué había sucedido. Andá a saber … concluían.

La locura es total. Y si desde arriba siguen echando leña al fuego, esto termina mal