
Falló hasta un penal a favor. Todo fue de Quilmes menos el triunfo. Superó a Nueva Chicago en todas las líneas menos a la figura del partido, el golero visitante, Facundo Ferrero. Fue 0 a 0 en el Centenario. Ahora, deberá ganar en Mataderos si quiere seguir su camino hacia la Liga Profesional.
Tras unos primeros minutos de dominio de balón de la visita, Quilmes empezó a manejar el balón por los costados; en especial, el derecho. Combinaciones entre Damián Adín, Ramiro Luna y las subidas de Ayrton Sánchez, por mencionar a algunos de los futbolistas que potenciaron el ataque cervecero, llevaron peligro a la valla visitante. La primera clara fue una escapada de Adín por derecha que, bien entrada al área, le pegó con alma y vida y tapó Ferrero. Luego, una pared entre Emanuel Herrera y Lautaro Parisi derivó en el 9 justo frente a Ferrero y, en el duelo, ganó el golero. Minutos más tarde, tras una mala salida de Stéfano Callegari, Herrera le pegó de lleno y el balón se fue cerca del primer poste. En la última jugada del primer tiempo estuvo la única de la visita, harto clara. Se escapó Iván Maggi y tocó para Maximiliano Amarfil. El 10 de los porteños remató y la pelota se frenó un poco en Esteban Glellel. Cuando faltaban centímetros para el ingreso, salvó Santiago Moya en la línea.
En el complemento, ¡Ay!
En el complemento, Quilmes potenció su dominio. Por su parte, Nueva Chicago se paró con dos líneas de cuatro en campo propio y dejó en soledad a sus delanteros. Sin cambios en el reinicio, Herrera volvió a salir del área y tocó para Parisi, quien remató sin ver el arco pero al cuerpo del arquero Ferrero. Una media vuelta del 9 cervecero fue despejada por el guardameta visitante, lo que motivó otra vez el «¡Uh!» del Centenario. Llegó el penal por mano de Maggi, delantero al que le faltó oficio para cubrir una pelota. Pero el Toro Parisi pateó muy anunciado abajo y débil; y Ferrero tapó. En el rebote, Luna la mandó por arriba. Allí se murió el partido porque Quilmes acusó el golpe. Hasta el público sintió la falla de la pena máxima y eso se tradujo en el ánimo que se palpó en el ambiente. Hubo otro penal, también por mano de dos futbolistas visitantes en el mismo segundo, pero muy difícil de ver para el referí Brian Ferreyra. La última para Quilmes fue un corner del ingresado Ramiro Martínez, que cacheteó Ferrero y Federico Tévez disparó por encima del travesaño.
El empate deja a Quilmes con la obligación de ganar de visitante para poder pasar de ronda. En toda la temporada, hubo siete triunfos fuera del Centenario (cuatro desde que está Sergio Rondina como DT). Desde lo futbolístico, fue más que el rival, que vino a hacer su juego y se llevó lo que quiso. Esta vez, deberá hacerlo porque sino verá el 2025 desde la Primera Nacional.
EL CENTENARIO, EXPLOTADO: La cancha lució llena en los sectores habilitados. En la platea, hubo mucha más gente que lo que la capacidad permite. Durante largo rato el aliento de los cerveceros se hizo presente desde las tribunas Indio Gomez, Chapu Braña y Piojo Yudica. El recibimiento al equipo constó de bombas de humo y fuegos artificiales más el telón, que se desplegó dos veces. Todo fue organizado en la semana por distintas agrupaciones de socios.
GLELLEL, ARQUERO HISTÓRICO: El golero cordobés llegó a los 694 minutos sin que le conviertan un gol. Con esto superó los 619 minutos que ostentaba como máxima marca el goalkeeper Carlos Pearson, en la temporada 1915 en Primera División. ¡Felicitaciones!