En 1930 se jugó el primer mundial de la historia del fútbol, en Uruguay. El técnico de la selección argentina que la llevó a la final era quilmeño, Francisco Carlos Olázar, de 27 años. Habían llegado allí tras ganar la Copa América en 1929.
Algunos sostienen que fue el mejor volante central de la historia. Ha sido símbolo del equipo de Racing, que obtuvo siete títulos de manera consecutiva. Ofrecía una imagen que generaba admiración y sumo respeto. Fue el primer gran capitán académico que a su brillante e influyente carrera le agregó varios títulos.
Su historia
“Pancho” o “Tute” nació en Quilmes el 10 de julio de 1885. Un volante central fuerte en el quite, exquisito con la pelota, con fuerte personalidad, generador de juego, buen remate de larga distancia, destacado en el juego aéreo y con gol. Surgido en el club Mariano Moreno (una pequeña institución de Avellaneda), llegó a Racing en 1908 para la Cuarta División y luego fue puntal, símbolo y capitán de un equipo imbatible que obtuvo el heptacampeonato entre 1913 y 1919.
Una figura descollante que vistió sólo la camiseta de la «Academia» en clubes, y la de la Selección Argentina.
Por sus bondades futbolísticas era considerado una máquina, habida cuenta de su poderosa armonía y positivismo ofensivo y defensivo. Poseedor de un gran ascendente sobre sus compañeros, tanto en Racing como en la Selección Nacional, convirtió además 37 goles (la mayoría de ellos de cabeza o con remates de larga distancia), una cifra inusual para la posición que ocupaba en la cancha.
Falleció en Lomas de Zamora el 17 de septiembre de 1958.
Títulos obtenidos
- 8 Campeonatos (1913 a 1919 y 1921)
- 4 Copas de Honor Municipalidad de Buenos Aires (1912, 1913, 1915, 1917)
- 4 Copas Dr. Carlos Ibarguren (1913, 1914, 1916, 1917)
- 1 Copa de Honor Cousenier (1913)
