QUILMES PERDIO 4 A 3 POR NO SABER DEFENDER

El equipo salió a la cancha con botines blancos y saludó como el campeón de 1975 en homenaje al Indio Gómez.

El equipo de Facundo Sava se puso en ventaja dos veces en el partido. Sin embargo, cayó ante Alvarado por errores defensivos de principiantes y una inseguridad en el fondo muy alarmante.

Quilmes perdió 4 a 3 ante Alvarado y dejó pasar otra posibilidad de pensar en el heptagonal por el segundo ascenso. El equipo fue un cúmulo de errores en la última línea, complementados por el arquero, y de nada le sirvió ser potente en ofensiva. Pagó carísimo los errores del fondo.

En el inicio, se mostró ofensivo el elenco cervecero con las subidas de Ortega combinadas con la velocidad de Acevedo. La visita, por su parte, desde temprano evidenció fallas en la coordinación de pases y el traslado del balón, cosa que no fue aprovechada del todo por Quilmes. Sin embargo, a pesar de que el local tenía el balón, fue el visitante el que se puso en ventaja.

Primer error cervecero: hay cinco defensores y, sin embargo, se filtró Astina, quien recibió pase de Vidal (y le ganó la espalda a Arias) para picársela a Saracho. A partir del tanto de Alva, se vio al mejor Quilmes. Bonetto se enchufó por afuera, trianguló con Acevedo y siempre se mostraron como carta en ofensiva. Uno de los tantos envíos al área del Bonetto le quedó en la cabeza a Pons ante la salida en falso de Pedro Fernández.

El 1 a 1 le calzaba mejor al partido y a Quilmes. Fue otra vez Bonetto el que ganó una pelota en salida del equipo de Mar del Plata. Tocó para Ortega, éste derivó para Drocco y, cuando se la dio a Acevedo, parecía todo perdido pues estaba entre tres rivales. Sin embargo, el 10 sacó un zurdazo que dio en el palo y la espalda de Fernández para poner el 2 a 1.

Aquí llegó el error de Quilmes. En lugar de tener la pelota y enfriar el partido, cedió el balón a Alvarado. Dos minutos después, Navarro le pegó desde afuera del área y dijo que al descanso se iban 2 a 2.

Dio la sensación de que la respuesta de Saracho podría haber sido mejor.

En el complemento, sin cambios al inicio, el que tuvo la iniciativa fue Alvarado. De hecho, la recibió Astina -luego de que Jaurena la trasladara más de 40 metros en soledad- y, sin marcas, la clavó en el ángulo. Inalcanzable para Saracho.

Quilmes a partir de allí, fue un desastre defensivo. No retrocedió, marcó poco y mal y siempre sucumbió ante la superioridad de un Alvarado que, al trote, controló las acciones del partido.

El gol de Bonetto fue sacado de la galera porque remató por encima de una muy mala salida de Pedro Fernández. El 3 a 3 era la oportunidad para Quilmes.

Sin embargo, siguió en la tesitura de no poder tener el balón. Los cambios de Sava dieron poco resultado. De nuevo pobló la cancha de delanteros sin un conductor claro (entró Matías Fernández para jugar un poco retrasado, pero sin estar rodeado de compañeros que lo auxilien).

Tras 14 minutos de monólogo marplatense, Saracho sacó horrible y se la dio a un rival. Malagueño le ganó a Ortega, quien se rehizo y despejó desde el suelo. Con tanta mala suerte para Ortega que la pelota rebotó en Astina, rebotó en Malagueño y este remató ante la salida de Saracho. El resto miró; nadie fue a marcar.

Festejo del tercer gol de Quilmes, a partir de allí fue la debacle total.

Quilmes perdió un partido increíble ante un muy flojo rival. Los delanteros se pueden matar y hacer dos millones de goles que, si la defensa juega como en este cotejo, se volverán a repetir resultados de partidos barriales como éste.

Homenaje

Previo al partido, éste fue el saludo a su ídolo:


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