TURDERA – Quilmes perdió 1 a 0 en su excursión a Turdera. Con gol de Luis López en el complemento, el equipo de Darío Franco sucumbió frente a Temperley sin dar señales de haber mejorado en algo con respecto a las últimas actuaciones de la primera rueda. Con un paso desdoroso y empeñado en hacer tiempo para obtener siquiera un punto, se retiró derrotado del Alfredo Beranger sin atenuantes.
El partido, en líneas generales, fue un bodrio olvidable. Quilmes alineó a la misma táctica de la primera rueda. Sin embargo, como casi siempre, le faltó una conexión entre el medio y sus delanteros. El rival, por su parte, solo fue superior al Cervecero por el entusiasmo. Es decir, cuando se lo propuso, Temperley jugó en el área de Esteban Glellel no por ser mejor en lo futbolístico sino por poner más ganas. En este contexto, sólo una jugada del gol: el golero de la selección de Siria le ganó un mano a mano a Hernán Da Campo.
En el complemento, ambas escuadras volvieron sin cambios. El que empezó a presionar un poco fue Temperley mientras Quilmes esperó e hizo tiempo con el marcador en blanco. Quilmes tuvo un remate de Lautaro Parisi que se fue desviado por izquierda; y no mucho más. Al toque, Arturia hizo jueguito en la medialuna y le pegó por encima de Gllelel. La bola dio en el palo. El golero tuvo una tapada muy buena en avance por derecha del Cele. A esta altura, el local era más mientras Quilmes no tenía menos reacción que una babosa fumada (salvo un remate de ¾ de cancha de Tomás González que pasó cerca del palo de Juan Rago). El gol llegó porque Temperley tiene un 9 con instinto: Luis López, sin marca por la derecha, puso la pierna para que la pelota que se iba sin pena ni gloria por línea de meta se convierta en el único tanto del partido. De ahí al final, nada pasó.
El paso de Quilmes por el Alfredo Beranger fue penoso. Cayó sin atenuantes y no porque el rival sea una escuadra que se come el campeonato sino por impericia propia. El equipo de Darío Franco no tuvo reacción para un presente en el que se hunde cada vez más en la tabla y del que está lejísimos de ser aquella sensación de las jornadas iniciales.
