AMBIENTE: QUE RECORDAR

En 1974 se proclamó el 5 de junio como Día del Ambiente a partir de la Conferencia de Estocolmo de 1972, año en que se creó el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Su objetivo fue sensibilizar a la población mundial en temas ambientales e intensificar la acción política de los Estados en la toma de conciencia del uso de los recursos naturales, respeto a la biodiversidad y brindar un contexto más humano al concepto del medio en que se habita, para motivar a las personas a que se conviertan en agentes activos y equitativos en el desarrollo de las sociedades, en la promoción del papel fundamental de las comunidades para un cambio de actitud en la explotación indiscriminada que se venía haciendo. En definitiva, instalar un concepto de mayor cooperación entre naciones.

Muchos países toman esta fecha como punto de partida para la firma de convenios de respeto de los más desarrollados y contaminantes hacia los de menos recursos, más vulnerables.

¿Hubo cumplimiento?

Si consideramos estos casi cincuenta años de enunciados, asambleas, conferencias, convenios, en busca de darle significado a la celebración mundial, concluimos que no se cumplió el objetivo de la reunión de Estocolmo.

Quizá hubo una mayor toma de conciencia, pero no fue suficiente y por el camino quedaron muchos activistas de la protección de su tierra, aire y agua, ante el avance del «progreso», la gran excusa del poder económico mundial mediante las multinacionales.

Nuevas formas de invasión, nuevas colonizaciones, pasarán a la historia. Pero ¿cuándo y cómo va a escribirse esa historia, ante los años que le queda a nuestra civilización con su entorno tal como lo conoció?

Berta y la deuda social económica

La historia de Berta Cáceres Flores, activista hondureña asesinada en 2016, se conecta con Quilmes en un hecho afectivo.

Berta era defensora de los recursos, pero era más una revolucionaria víctima de la mano criminal dirigida por las transnacionales en América.

En 1993 co-fundó el Consejo Cívico de Organizaciones Indígenas populares, (COPINH ) que promovió fuertes campañas de concienciación enfrentando a madereras ilegales, dueños de plantaciones multinacionales y proyectos de represas que cortan los suministros de agua y alimentos a las comunidades indígenas que viven orillas del río Galcarque, sitio propuesto para la represa hidroeléctrica Agua Zarca, que se inició sin el consentimiento de las comunidades locales ni las consultas a los actores sociales, en violación del Convenio 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo).

En 2009 fue candidata a Designada Presidencial en la postulación como titular del dirigente sindical Carlos Reyes, pero se retiró del proceso electoral denunciando el golpe de 2009, por lo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos pidió para ella medidas de protección.

A partir de ahí continuó su camino de concienciación y lucha contra las corporaciones europeas, chinas y norteamericanas que habían anclado una década antes en Honduras, como en otros países, en complicidad con el gobierno, para desarrollar proyectos de gran impacto ambiental.

Su lucha fue tan comprometida, que las múltiples amenazas la llevaron a enviar a su hija Laura Zúñiga a estudiar en Argentina, viendo la imposibilidad de conseguir protección estatal, y es así como Laura fue alumna de la Universidad Nacional de Quilmes en la época en que sucedió el asesinato de su madre.

Berta soportó denuncias por tenencia de armas y usurpación ilegal infundadas, en 2014, que la llevaron a una detención tan arbitraria que sus captores le dieron la libertad en horas, pero debió cumplir medidas cautelares que consistían en la obligación de firmar un control cada semana en el Juzgado de Paz y la imposibilidad de salir de su país.

Fue reconocida como finalista del Premio Front Line Defenders (2014) para defensores de DDHH en riesgo y recibió el premio más importante del mundo, el Goldman (2015).

Esta enorme defensora de derechos humanos fue asesinada el 3 de marzo de 2016 por disparos de un arma de fuego en su casa de La Esperanza, su hermano fue herido en ese atentado.
Una semana antes había denunciado en una rueda de prensa los asesinatos de cuatro líderes de la comunidad Lenca, a la que ella pertenecía.

En los últimos quince años en Sudamérica hubo:

  • Más de 1200 ataques a defensores y sus colectivos.
  • Más de 305 defensores asesinados desde 2010.
  • Más de 4060 causas judiciales de criminalización contra defensores de DDHH.
  • Más de 174.000 personas desplazadas de sus ambientes.
  • Son los pueblos acreedores de la deuda social histórico ecológica.
  • (Fuente: Jubileo Sur Américas)

11 Respuestas a “AMBIENTE: QUE RECORDAR”

  1. Muchas gracias Ana María. La gente muchas veces no comprende que la contaminación enferma y mata.

  2. El medio ambiente debería ser el ENTERO AMBIENTE (LO ES). sin esta casa llamada Tierra, nada existiría. Nos hemos dedicado siglo tas siglo en Aras de la civilización, a modificarlo al antojo, como se nos ocurría. El resultado? Está a la vista. Somos el ser más destructivo del planeta pese a que se nos dotó solo a nosotros del don de la consciencia. A propósito… Vivimos muy inconscientemente. Los mismos que se quejan de las mineras, usan celular (de dónde creen que se saca el otro, la plata y el cobre con otros minerales indispensables para su fabricación?) Somos seres a medio camino entre la prehistoria y la autodestrucción. La palabra CONFORT le gana a la palabra sensatez. Y ni la palabra PERDÓN basta solo un poco para el matricidio que ejecutamos bestialmente contra nuestra tierra. Aprenderemos o sucumbiremos. La historia lo dirá. Esperemos entre tanto no llevarnos a nuestra tumba de necedad al resto de las especies inocentes que conviven con nosotros. Gracias señora Santillana por sembrar conciencia

  3. Excelente nota ambientalista. Sin duda hay refrescar la memoria para impedir la desvastacion medio ambiental. La Argentina debe acompañar en la Corte Penal Internacional sobre el Ecocidio que ya tomó postura la Comunidad Europea.

  4. Gracias Fabian, los temas ambientales son el dilema del presente que desde hace décadas nos vienen alertando los especialistas.
    Cada uno de nosotros es un agente de control para el mundo que dejamos. Abrazo

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