Quilmes ganó 2 a 1 en su visita a Guillermo Brown. Con goles de Lautaro Parisi (penal) y Joaquín Postigo, el equipo de Sergio Rondina se impuso en un partido áspero en donde no sobresalió el buen juego de ninguno de los dos conjuntos.
De entrada, con una corrida en donde aprovechó un error defensivo, lo tuvo Tomás González. El delantero, con el arco vacío pero desde ángulo complicado, pateó por encima del travesaño. En un tiro libre, pocos minutos después, la cacheteó el golero local Sebastián Giovini y, tras un centro de cabeza al medio del área de Santiago Moya, nadie la pudo meter en el área chica. Desde el esquema, Quilmes tuvo a un Fabián Bordagaray un poco más retrasado que Juan Capano en la ofensiva. Pero, desde allí, se desprendió en ciertas ocasiones Iván Ramírez.
Guillermo Brown llegó pero sin claridad hasta el área de Esteban Glellel. Sus remates fueron tan desviados que no merecen mención. Hasta que llegó el gol de Quilmes: una escapada de Ramírez tras robarse a Nicolás Bazzana derivó en un claro penal del guardametas al cinco. Lautaro Parisi cambió por gol con un remate esquinado.
Para el segundo tiempo, el DT local, Arnaldo Sialle, solucionó el problema defensivo por derecha de su equipo con el ingreso de Valentino Werro, quien clausuró las subidas de Quilmes en casi todo el complemento. A su vez, apostó por el paraguayo Hugo Sandoval en ofensiva. Guillermo Brown, en este lapso, equilibró las acciones gracias al excervecero Camilo Machado, quien fue un motor incansable en la recuperación de pelotas.
¿Y Quilmes? Zafó de dos tiros libres por derecha. En el primero, despejó Glellel con los puños y en el segundo la pelota le dio en la mano a Parisi, pero pegada al pecho y el referí juzgó que no fue penal ante el reclamo airado de los chubutenses. Sufrió el Cervecero con una escapada de Santiago Gutiérrez que, ante la salida del golero cervecero, remató alto.
El empate parcial de La Banda llegó con un remate desde la puerta del área chica de Mauro Fernández, quien la picó cuando salió Glellel. El 1 a 1 hizo que ambos empiecen a arriesgar menos. De hecho, hubo acciones hasta el gol de Joaquín Postigo. Fue con una pelota casi muerta cuando el ingresado mediocampista le pegó de zurda desde tres cuartos de cancha. La bola entró en el ángulo inferior derecho de Giovini.
Desde allí al final, solo un offside mal cobrado para Guillermo Brown fue lo único destacable del partido. Quilmes venció 2 a 1 con un tiro audaz de Postigo que, además de la precisión, fue sorpresivo. Esta victoria coloca al Cervecero en el quinto puesto y expectante en la zona de quienes ingresan al torneo Reducido y Copa Argentina. No es poco para la excursión por la Patagonia.
