(CIQ) Quilmes igualó sin goles en el estadio Centenario ante Arsenal. Con este resultado, los cerveceros quedaron escoltas y a la espera del resultado entre Gimnasia (Jujuy) y All Boys. El elenco de Franco hasta pegó un balón en el palo pero careció de profundidad para señalar los goles.
Luego de unos minutos de estudio, el elenco de Darío Franco tomó la inicitativa para ir a buscar el resultado. Atorados por el medio, los cerveceros optaron por abrir la cancha con Leandro Allende, por izquierda, y Damián Adín, por derecho. Así, la circulación de pelota fue efectiva y contó con algunas ocasiones de gol para abrir el marcador. Sin embargo, el equipo de Kohan planteó una maraña de camisetas blancas que siempre tuvieron la certeza al momento de despejar. En este contexto, el rival se plantó de contragolpe pero no hizo casi mella con sus subidas.
Un tiro débil de Axel Batista, que tapó Tomás Sultani, y un doble remate (primero de Fabián Bordagaray y después de Ramiro Luna) posicionaron a Quilmes como merecedor de algo más. Recién a los 20 minutos, Arsenal tuvo la única ocasión de gol y fue un tiro de Amaya que tapó Esteban Glellel. Siete minutos más tarde, casi entra por atrás un remate de Druille.
Quilmes tuvo las más claras cerca del final de la primera parte. Primero, con una habilitación de Adín para un Fabián Bordagaray que tardó en recibir y le robaron la pelota. Si bien no hubo remate al arco, la fragilidad de la defensa visitante quedó expuesta. Luego, con otro centro de Adín en donde tres futbolistas cerveceros estaban para marcar pero tardaron en hacerlo. Por último, un tiro de Luna al palo.
Segundo tiempo, bien, pero faltó el gol
Solía decir Roberto Perfumo en su etapa de comentarista televisivo: «Si te faltó el gol, te faltó todo». Eso fue lo que le pasó a Quilmes. Antes del minuto probó Batista y la bola se fue apenas por encima del horizontal. Quilmes estuvo la noche con la misma tesitura: pareció que siempre hubo un toque de más y/o que la tenían que tener todos los futbolistas vestidos de azul antes de patear al arco.
A los 16 minutos otra triple tapada del golero de Sarandí. Pateó Batista y rechazó Sultani. De allí, Luna le pegó y el 1 se lució. La pelota, otra vez bajo remate de Batista, fue rechazada por el guardametas de Arsenal que, a esta altura, ya tenía casi todos los tickets comprados para ser la figura del encuentro. Un minuto después, Allende la agarró de aire y el balón se fue alto.
Hubo poco en la última parte. Para ser buenos, un intento de corner para la visita con un remate del ingresado Benítez que despejó Tomás González sin preocupaciones. Por último, una incursión de Alexis Steimbach por derecha. Llegó hasta el área chica y optó por el pase atrás. Adivinó Sultani. Quedó la incógnita: ¿Por qué no le pegó al arco?
El empate dejó a Quilmes con un sabor agridulce. Se conservan el invicto y la posición en la tabla. Se jugó mejor que el rival y con mayor precisión que en San Miguel de Tucumán. Sin embargo, son dos puntos en el Centenario que se dejan en el camino.