La sesión de este martes 28 en el Concejo Deliberante fue la comidilla de quienes fueron testigos de los cruces verbales entre políticos con representación popular, los que fueron reconstruidos por los periodistas presentes. Un par de notas como ejemplo:

Resumen de lo publicado en 5Días
Cuando Daniela Conversano (Juntos) hablaba sobre feriantes y manteros, fue interrumpida por Patricia Iribarne (FdT) quien la increpó para intimarla a que dejara de decir “pelotudeces”. El cruce incluyó acusaciones sobre represión y secuestro de mercadería indiscriminada durante la Intendencia de Martiniano Molina.
El presidente del Honorable Concejo Deliberante (HCD), Fabio Báez, pidió disculpas por “la falta de respeto” de su compañera aunque ella con la cabeza se negaba a sumarse.
Guillermo Galetto defendió la administración de Molina e invitó a los concejales no dejarse llevar por “el nerviosismo electoral del oficialismo”; se refirió al cumpleaños de Fabiola Yañez en Olivos y comparó al oficialismo con el menemismo.
Reaccionó Nair Abad, quien reclamó que explicaran dónde estaba el dinero que el FMI le había entregado al expresidente Mauricio Macri; “representan al neoliberalismo que es lo peor que le pudo pasar el país”.
“Jamás se reprimió en el gobierno de Martiniano. Fuimos un gobierno de diálogo y la gente lo sabe. Es cierto que hubo procedimientos judiciales que fueron ordenados por la Justicia Federal, pero el Municipio fue ajeno a aquello”
Ignacio Chiodo
El flamante presidente del bloque del Frente de Todos, Ariel Burtoli, con tono pausado, criticó a Galetto por la comparación del gobierno nacional con el menemismo y fustigó con dureza aquella etapa política del peronismo.
Cuando la calma empezaba a reinar, el concejal de Juntos (alineado con Emilio Monzó), Facundo Maisú, acusó a todos los del FdT:
“Ustedes en los ’90 estaban cobrando todos. Veamos las listas de aquel entonces, estaban todos adentro. De qué nos vienen a hablar a nosotros”.
El titular del HCD, rápido de reflejos y a los gritos aseguró:
“Yo no cobraba. Busquen tranquilos que no me van a encontrar”.
Fabio Báez
Burtoli intentó responder, pero no tenía micrófono y no se oyó.
Conversano estaba a los gritos otra vez con Iribarne. Báez buscó reencauzar la sesión y después de un fuerte y largo cruce verbal con Conversano, quien se cansó de cuestionar las formas y los manejos del oficialismo, lo logró, para concluir con la sesión cinco minutos más tarde.

Resumen de El Suburbano

La bravuconada de la concejal del Movimiento Evita Patricia Iribarne desató un conflicto impensado en plena sesión del Concejo Deliberante. Muchos se preguntaron cuál es el fin de tan poco honorable ubicación, a tal punto que la ofendida concejal Daniela Conversano reclamó al presidente del HCD, Fabio Báez, que Iribarne fuera sancionada.
Aún finalizada la sesión, muchos seguían sin entender el por qué de tamaña desubicación. Sólo Iribarne sabe cuál fue su fin para que la oposición tome el control discursivo e ideológico de la sesión. Tal fue así, que casi acorralado por Conversano el propio Báez titubeó en reiteradas oportunidades y no sabía cómo justificar la situación.
Todo comenzó cuando Conversano expuso su última minuta de comunicación y hablaba de los problemas de muchos feriantes o manteros. Tras pedirle la palabra, Iribarne recordó situaciones vividas por puesteros y “trabajadores de la economía popular” durante la gestión Molina para asegurar que Conversano “habla pelotudeces”.
A esa altura, la sesión comenzó a desbordarse entre las idas y vueltas. A lo que Conversano reclamó al presidente Báez que sancione a la edil del Frente de Todos por ofenderla. El molinista Guillermo Galetto tomó la palabra y luego de hablar de “actuaciones falsas e innecesarias”, de “relato y clima de pobrismo para la gente”, intentó bajar el tono a la situación.
El presidente de la bancada del Frente de Todos, Ariel Burtoli, recordó cómo padecieron los trabajadores la gestión de Mauricio Macri y pidió perdón por la frase desafortunada de Iribarne. Mientras que el molinista Ignacio Chiodo intentó bajarle el tono a la situación señalando que no era necesario sancionar a la edil, y explicó que durante la gestión Molina no se persiguió a ningún comerciante o mantero, que de producirse alguna actuación fue por convocatoria de la Justicia Federal.
Conversano avanzó más allá y recordó al menemismo, los funcionarios que ocuparon cargos y candidaturas. Lo que generó la ira de varios de sus pares que buscaron contradecir sus palabras. Hasta el propio Báez entró en escena y por momentos se lo vio acorralado por una avasallante Conversano que lo hizo titubear, hasta que pudo encausar la sesión para dar fin a una discusión que nadie entendió bien cuál fue la finalidad de Iribarne.
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