Quilmes jugó un partido opaco en Caseros y no pasó del 0 a 0 ante Estudiantes.
La realidad es que no dio para más. Cualquier otro resultado que no fuera el cero a cero le hubiera quedado más que grande a la excursión cervecera por Caseros. Ninguno de los dos mereció más en un cotejo chato y anodino que deparó un sinfín de comentarios negativos en la zona mixta alba.
En los primeros 20 minutos, Estudiantes se paró mejor y, si bien no acorraló a Quilmes, controló pelota y campo. Al equipo de Sava, por su parte, le costó salir del fondo por una razón sencilla. A Bindella se lo notó falto de fútbol y Barrios no sintió la posición. De hecho, desde afuera le gritaron al improvisado 4: “Pier, quedate, no subas”. Sin embargo, Saracho no sufrió remates en este lapso.
Después de los 20 minutos, el partido se emparejó. Quilmes tuvo tres aproximaciones: un robo de Bonetto en el área grande y, cuando tocó para Acevedo, justo lo trabó un defensor. El 10 no remató con comodidad y el balón se fue afuera. La otra clara del Decano fue un tiro de esquina de Bonetto que Pons remató en el segundo palo y el balón se fue muy cerca.
Por último, una pelota que robó Pons por izquierda, tocó para Bonetto, quien derivó para Barrios. El 4 remató y la pelota también se fue cerca del palo izquierdo de Centurión.
Durante largo rato directivos y allegados de Quilmes le gritaron al juez de línea 1, Miguel Savorani.
A los 24 minutos, Acosta robó por izquierda y Lautaro Díaz definió ante Saracho. Savorani marcó offside pero el delantero local estaba habilitado. En ese momento, toda la tribuna de Quilmes felicitó al línea al grito de “Muy bien, cuando está ubicado hace las cosas bien”.
En el complemento, pronto Sava apostó por Ortega (no se entiende cómo no es titular siempre). Allí, Quilmes ganó en protagonismo por las bandas porque Bonetto se soltó más también. Sin embargo, le costó traducirlo en llegadas al arco. La más clara del partido la tuvo Estudiantes con un tiro libre de González desde inverosímil ángulo que dio en el palo ante el vuelo estéril de Saracho.
Quilmes contestó con un centro de Ortega que rechazó la defensa blanquinegra: del rebote, le pegó Bonetto y el balón se fue apenas alto.
Quilmes genera poco y, cuando la tiene para liquidar, falla en la definición. No fueron pocas las subidas de Ortega que no encontrar eco. Además, un contragolpe manejado muy bien por Pons dejó a Anselmo libre, y éste remató por encima del travesaño. Estudiantes, por su parte, tuvo la última y fue anulada por offside, esta vez por el otro linesman.
Quilmes pasó sin pena ni gloria por Caseros. Le costó una enormidad el traslado del balón en los primeros minutos y, cuando se recuperó, no evidenció la sapiencia en el área que se necesitó para ganar el partido. Chances hubo pocas y, encima, muy mal aprovechadas.
Pablo Despos, desde ayer que vengo dando vueltas al título. Y la verdad, te lo pregunto públicamente porque quizá a más de una persona, poco atenta al fútbol, le pasará lo mismo :
Qué significa que «es lava »?
seguramente, hay algo que no interpreto …
Hace analogía al juego infantil «el piso es lava» en donde está prohibido tocar el piso.
Ja ja ja
Ja ja, qué título, con el juego de los pibes.