
Quilmes le ganó 2 a 0 a Almirante Brown y rompió la racha de seis cotejos sin triunfos. Abrió el marcador con un gol de Iván Colman, de penal, y amplió cifras en el segundo tiempo con uno de Emanuel Moreno, tras exquisito pase de taco de Mariano Pavone.
De entrada, Quilmes se mostró como el equipo que se hizo cargo del protagonismo. Con un mediocampo preparado para atacar y una delantera tupida en nombres, el elenco de Gastón Coyette agarró la pelota y puso toda la actitud que no tuvo en fechas anteriores. Primero, eligió atacar por derecha con Santiago López García en combinación con Iván Colman. En otras ocasiones, aprovechó las subidas de un Agustín Bindella, que jugó uno de los mejores partidos. Sin embargo, le costó al Cervecero generar ocasiones debido a que apostó por centros en lo alto que siempre fueron rechazados por los defensores de Almirante Brown. Solo un susto hubo en el primer lapso, con una chilena de Floreal Monzón que le dio la posibilidad a la visita de marcar pero fue todo anulado por offside.

A los 28 minutos, una habilitación de Camilo Machado por derecha fue para López García. Facundo Miño se le tiró a los pies y el referí Nicolás Ramírez cobró penal. Agarró la pelota Colman y marcó el primero. La bola entró luego de pegar en la pierna del golero Ramírez. El 1 a 0 tranquilizó a Quilmes.
Por su parte, el elenco de Jorge Benítez tuvo que salir del fondo a buscar el empate. Allí apareció Esteban Glellel para ahogar el grito de gol de Monzón, quien remató frente a él de forma muy fuerte.
El primer tiempo terminó con la sensación de que Quilmes justificó el triunfo parcial más allá de cómo lo consiguió (el penal fue muy protestado por todo Almirante Brown).

En el segundo tiempo Quilmes anuló al rival
Para el complemento, la tesitura del partido no cambió. Sin embargo, Quilmes no se mostró conservador sino que buscó ampliar cifras para conseguir tranquilidad. Siguieron las subidas de Bindella y, por su sector, Federico Tévez no fue tanto al ataque pero sí clausuró su sector.
Quilmes tuvo oportunidades por izquierda. Al minuto, Colman probó desde afuera del área y la bola se fue alta. A los 6, Federico González llegó con tranco cansino y remató cruzado (el balón se fue a un metro del palo). Lo de Quilmes fue sólido en defensa también. La visita inquietó con un tiro libre de Núñez, cabeceado por Monzón, que Glellel descolgó del ángulo pero sin sobresaltos. Luego, Núñez le pegó desde afuera del área fortísimo y el 1 cervecero respondió otra vez.

Con las variantes, el partido cambió. Por un lado, el ingreso de Hernán Lamberti liberó a Kevin López y se generó un juego más dinámico en la salida. Por otro, al entrar frescos Julián Bonetto, Pavone y Moreno, el ataque se dinamizó. De hecho, en la primera que tocaron, Pavone, se la dio de taco a Moreno y este remató ante Ramírez. El 2 a 0 tranquilizó aun más a todos.
Hubo otras dos ocasiones de gol: un cabezazo de Pavone de cara al arco (rebotó en un defensor) y otro tiro del Tanque que rozó en Dáttola y también se fue al corner.
El 2 a 0 de Quilmes fue un desahogo para el plantel, la directiva y los hinchas. Fue justificado por lo hecho por ambos conjuntos en el campo de juego. Además de los goles, el que intentó fue el equipo de Gastón Coyette. Varió de esquema durante la marcha cuando lo necesitó y ganó tras seis jornadas sin hacerlo.


Era hora.